No hay acuerdo entre la comunidad escolar y los expertos. Si para los docentes es bastante evidente que los móviles sobran en las aulas, los padres son partidarios de su uso y también lo son expertos en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

El sindicato Anpe en la Región de Murcia ha defendido recientemente que se prohíban los smartphones en el recinto escolar, indicando que tanto los padres como los alumnos tienen que asumir esta restricción. Sus representantes se centran en el uso de las redes sociales, que pueden perjudicar la convivencia escolar, así como la labor de los docentes. De hecho, apuntan, muchos grupos de whatsapp sirven, además de para distraer a los alumnos, como vehículo donde criticar al profesor y despojarle de su autoridad.

Los padres y madres, por su parte, centran su defensa en que los smartphones son una «herramienta útil» que puede ser utilizada para enriquecer la formación de los escolares, a la vez que les ayuda a estar en contacto con sus familias. La presidenta de la FAPA ´Juan González´, Paqui Hernández, decía hace unos días que era un «disparate» prohibir su uso, puesto que los móviles son útiles «si se sabe cómo usarlos». Para la presidenta de la federación de asociaciones de padres y madres «lo importante es educar a los niños en el uso responsable; no se debe poner puertas al campo».

En esta misma línea se sitúa la experta en ciudadanía digital, María Zabala. En declaraciones a Europa Press, es contundente al señalar que «prohibir no es educar». Para Zabala, es fundamental que los niños no asuman que el móvil es sólo para un uso personal, sino que también pueden utilizarlo para fines formativos, como después lo harán en su ámbito laboral.

Y, por ello, considera importante que los padres se impliquen en la educación tecnológica de los niños.

En medio, la administración educativa. En el caso de la Región de Murcia, la Consejería da libertad total a los centros escolares para establecer sus propias normas, si bien deben hacerlo en el marco de la regulación de uso indebido de estos aparatos. Es el Real Decreto 16/2016 el que regula las normas de convivencia en los centros docentes no universitarios, tipifica las faltas y las posibles medidas correctoras. De hecho, el Real Decreto recoge como reprobables el uso de estos aparatos para el plagio de trabajos de otros compañeros o para copiar en exámenes; comportamientos que están tipificadas como faltas graves. Y la grabación o difusión de actos que tengan un componente sexual o humillaciones que atenten contra la intimidad o dignidad de algún miembro de la comunidad educativa, que se consideran faltan muy graves.