Lo hacen de manera inconsciente y cuando están relajados (como durante el sueño) o al realizar tareas mecánicas que se hacen sin ´pensar´. El bruxismo o acto de apretar y rechinar los dientes ha dejado de ser un trastorno de adultos para ser, cada vez más, un problema entre los más pequeños. Lo provoca el estrés derivado del uso de las tablets o móviles justo antes de acostarse. Los odontólogos no tienen ninguna duda del efecto nocivo que estos aparatos tienen en los niños y jóvenes y que les provoca dolor de la articulación de la mandíbula y mialgias (dolores musculares), así como desgaste de los dientes. El presidente del Colegio de Odontólogos de la Región de Murcia, Óscar Castro, explica que son movimientos inconscientes que también se hacen durante el día cuando su atención está fija en el videojuego, por ejemplo. «Estamos creando individuos introspectivos que se entretienen con los aparatos desde edades muy tempranas, que suplen a otros compañeros de juego o a los padres, que prefieren dejarles el móvil o la tablet para estar ellos más tranquilos», apunta, y añade que también los hace más sedentarios y por lo tanto no tienen otra forma de ´desfogarse´. Esta falta de ejercicio físico y mayor introspección también está provocando, advierte Castro, otros hábitos nocivos, como comerse las uñas o succionar los dedos de la mano. El bruxismo cada vez aparece en edades más tempranas y ya se dan casos hasta entre menores de 4 y 6 años. Hasta hace pocos años era un problema netamente de adultos. Es una edad complicada para tratar este problema, ya que las férulas o aparatos de descarga de la tensión, no pueden aplicarse aún. «Sus maxilares se están formando, o los dientes están creciendo, por lo que solo en casos muy extremos se los ponemos», explica el Castro. En el resto hay que buscar tratamientos alternativos de relajación de la mandíbula.