«El trabajo de eurodiputada conlleva un gran sacrificio si de verdad te lo tomas en serio, pero hacer este sacrificio sin el apoyo del partido es mucho más complicado». Así reflexionaba ayer la todavía eurodiputada de Podemos, la cartagenera Lola Sánchez, un día después de anunciar que no se presentará a las primarias de las elecciones europeas y que dimitía de la ejecutiva de Podemos en la Región de Murcia.

Lola Sánchez despejaba cualquier tipo de duda sobre si su salida respondía también a algún motivo relacionado con la dirección regional de Podemos y aclaraba que su renuncia se debía a una doble circunstancia: el esfuerzo de la política que supone «aplazar» toda su vida personal y privada para dárselo al proyecto de Podemos en el Parlamento Europeo «se hace más árido y difícil» cuando no se cuenta con el apoyo de su partido, refiriéndose a la ejecutiva estatal.

«No he tenido ningún tipo de discrepancia con las personas de la ejecutiva regional ni con los miembros del Consejo Ciudadano de Podemos en la Región», afirmaba. «Tuvimos una batalla electoral interna, salieron los resultados que salieron y yo estoy muy contenta porque conseguimos que hubiera mucha pluralidad en los órganos», señalaba, mencionado el proceso de primarias para la Secretaría General de Podemos en la Región, en el que resultó vencedor Óscar Urralburu. «El hacha de guerra, por así decirlo, se enterró y hemos tenido una muy buena relación», manifestaba Lola Sánchez, quien agradecía las muestras de cariño recibidas tras hacer pública su retirada de la política y recalcaba que desde la Región «sí ha tenido apoyo».

Sin embargo, Lola Sánchez lamenta que desde Madrid no hayan actuado así. «Es un partido muy centrado en la política nacional, como tiene que ser, pero no por eso podemos descuidar otras instituciones tan importantes, como el Parlamento Europeo, donde somos legisladores del 80% de lo que llega al Congreso», argumentaba antes de añadir que ella no había recibido «ninguna comunicación de apoyo», aquello que «hacen los partidos políticos, que es cuidar a su gente».

La cartagenera considera que «hubiera estado bien» que la dirección estatal le preguntara sobre su trabajo: «Sobre lo que me queda por conseguir y por lo que podía haber alcanzado. Eso no ha ocurrido. Por lo que entiendo que no cuentan conmigo».

Lola Sánchez es la única eurodiputada que permanece en su puesto de los cinco miembros de la formación morada que lograron en 2014 la representación en la Eurocámara. De hecho, es la persona que más tiempo ejerce en un cargo público de Podemos. «Conseguimos en 2014 pasar a los anales de la historia, al irrumpir con gente organizándose en tan poco tiempo y con muy poca experiencia».

El partido vivió entonces un recorrido «intenso», que le llevó a someterse a muchos procesos internos al tiempo que entraba en parlamentos nacionales y autonómicos. «Que fuéramos un partido sin organizar a lo mejor hizo que quitáramos la atención de las cosas realmente importantes, que es enseñarle a la gente lo que somos capaces de hacer».

Desde que en 2015 Iglesias abandonó Bruselas, el foco mediático decayó, las prioridades cambiaron y Podemos también redujo su atención al trabajo de las instituciones europeas, lamenta Lola Sánchez. «Yo respeto las prioridades y las acato, pero lo que no voy a hacer es estar otros cinco años en esta situación». Ahora, la cartagenera tiene previsto agotar la legislatura y terminar «todo el trabajo pendiente» antes de volver a ser una militante rasa de Podemos.