Es una reivindicación continua de los jueces y fiscales murcianos que las estadísticas certifican con cada balance: el trabajo se acumula en los órganos judiciales de la Región de Murcia. Los juzgados murcianos ingresaron durante el segundo trimestre una media de 436 nuevos casos judiciales al tiempo que pudieron resolver al ritmo de 426 litigios. Sin embargo, en el cajón de los pleitos pendientes, cada uno de los 120 órganos judiciales de la Región (entre Civil, Penal, Contencioso-Administrativo y Social) acumula una media de 809 asuntos judiciales que se encuentran pendientes de solucionar.

Este escenario alberga un total de 97.091 asuntos judiciales en la fase de trámite final en la Región, según los datos desglosados ayer por el Consejo General del Poder Judicial. Esta cifra supone un incremento del 9,5% con respecto al primer trimestre y supera los asuntos pendientes que quedaron en todo el año pasado, que fue de 95.118.

La jurisdicción civil ha registrado el mayor aumento de nuevos litigios en comparación con el año pasado. Los 19.268 casos civiles ingresados en este periodo suponen un 20,9% más que en 2017. «Es una barbaridad este dato. No se puede asumir con los medios actuales», lamenta a este diario el juez decano de Murcia, Lorenzo Hernando.

En Civil, se concluyeron 18.158 asuntos, un 7,8% más, y quedaron en trámite 54.631, un 14,3% más que al final del segundo trimestre de 2017. De todos estos litigios tratados entre abril y junio, el 7,2% corresponden a cláusulas hipotecarias, con 1.382 nuevos asuntos en este segundo trimestre, según detalla el CGPJ.

En la jurisdicción Penal entraron 28.621 asuntos, con un aumento del 4%, se zanjaron 28.064 casos y quedaron en trámite 28.200.

En lo Contencioso-Administrativo entraron 1.523 litigios, con una caída del 5,6%. Se resolvieron 1.796 asuntos, un 12,4% más que el año anterior, y quedaron en trámite 5.303 asuntos.

La jurisdicción Social ingresó 2.988 asuntos, un 16,5% menos que en el segundo trimestre de 2017. Se terminaron 3.212 asuntos, un 4,1% más, y quedaron en el cajón 8.957 asuntos.

En total, los juzgados murcianos de las cuatro jurisdicciones registraron la entrada de 52.400 asuntos, un 7,7% más que en el segundo trimestre de 2017. Para el juez decano de Murcia, «es una cantidad ingente» de trabajo que repercute en un «retraso generalizado» de la Justicia y pide al Ministerio de Justicia que ponga «cartas serias» en el asunto.

«O se hace una medida de choque o esto no tiene solución», sostiene el magistrado Hernando, quien reclama medios personales: «Faltan fiscales, jueces, funcionarios». El juez decano opina que «se crean puestos a cuentagotas y muy de vez en cuando», y critica que «no es serio que un juicio que tiene que durar seis meses se retrase hasta dos años».

De hecho, la Región cuenta con la cuarta tasa de litigiosidad más elevada del país, un 35,5 asuntos por cada mil habitantes, sólo superada por Canarias (43,8), Andalucía (38,6) y Asturias (37,1). En cambio, los porcentajes más bajos se dieron en la Rioja (22,6), Navarra (24,4) y País Vasco (25).

Reivindicación del TSJ

El presidente del TSJ de la Región, Miguel Pascual del Riquelme, ya hizo referencia a esta situación durante su intervención en la apertura del año judicial, celebrada a finales de septiembre. Un año más, aseguraba, «sigue siendo cierto que la Justicia murciana tiene más trabajo, menos unidades judiciales, menos jueces y mayor productividad que en la mayor parte de España». Según el presidente del TSJ, «se necesitarían 30 nuevas unidades judiciales para ajustarnos a los estándares de carga de trabajo recomendados por el CGPJ», por lo que «se solicitaron cinco nuevas unidades judiciales para el año 2019».

En la misma línea se expresaba el fiscal jefe de la Comunidad, José Luis Díaz Manzanera, quien señalaba que faltan «al menos quince fiscales para igualar a la Región con la media nacional» y reivindicaba que la convocatoria de plazas de jueces y fiscales del Gobierno «debería ser la tónica de los próximos años».