La eurodiputada Lola Sánchez anunció ayer su dimisión como miembro de la ejecutiva de Podemos en la Región de Murcia y su intención de no presentarse a las próximas elecciones europeas por el partido, por lo que no revalidará su escaño. Lo hacía a través de una carta abierta a través de su cuenta en la red social Twitter, lo que provocó un reguero de comentarios de compañeros, militantes y simpatizantes que quisieron agradecer su labor en estos años de trabajo en Bruselas y lamentaron su retirada de la vida política.

Esta decisión, explica en el texto, la ha tomado debido a que quiere «retomar una vida que he aplazado para ser cargo público europeo». Reconoce que «pasar en muy poco tiempo de no ser nadie en la vida pública, política, mediática y académica, a ser eurodiputada de la formación política más escrutada y bajo intensos procesos de construcción, no ha sido un camino fácil», y califica las elecciones de 2014, cuando Podemos obtuvo cinco escaños en el Europarlamento, como «aquel terremoto del 25 de mayo de 2014».

Recuerda, a su vez, los inicios de la formación morada en la ciudad en la que creció, Cartagena, donde participó, junto a su hermana Teresa Sánchez, ahora concejala de Cartagena Sí Se Puede, en la creación y formación del Círculo de Podemos en la ciudad portuaria. Asegura que que su intención nunca fue dedicarse a la política de forma profesional, sino que dio «un paso al frente como candidata a las primarias porque ninguna mujer del círculo quería hacerlo».

En la carta, en la que profundiza más en este y otros aspectos que le llevan a presentar su dimisión, también hace referencia al alto «coste a nivel físico, psicológico y familiar» asociado a su cargo, donde su nivel de autoexigencia «siempre ha sido alto». Su trabajo le ha valido tres reconocimientos europeos en los últimos años, dos por la fundación holandesa Max van der Stoela la Política más justa y un tercero, concedido por el Women Economic Forum celebrado en La Haya, a la Mujer de la década en la Vida Pública. «Mi equipo y yo hemos conseguido llegar hasta donde pocos llegan en una sola legislatura», subraya.

Aunque abandona la primera línea, no deja Podemos. Por eso, asegura, seguirá en el escaño europeo los meses que quedan de legislatura «con mi compromiso político intacto, para así llevar a cabo los compromisos ya adquiridos, y dejar el trabajo realizado listo y bien atado para ser retomado en la próxima legislatura».

El final del texto deja entrever también de forma velada su descontento con la comunicación interna del partido al afirmar que la Dirección jamás le ha preguntado por sus expectativas.

Lucha por la ejecutiva regional

Lucha por la ejecutiva regionalSánchez es la única eurodiputada de Podemos que va a agotar la legislatura. En 2014 llegó a Bruselas junto a Pablo Iglesias, Teresa Rodríguez, Carlos Jiménez Villarejo y Pablo Echenique, que fueron dejando su escaño por diversos motivos.

En octubre de 2014, en el primer Vistalegre (el congreso fundacional de Podemos), Sánchez se alineó con Echenique y Rodríguez, erigidos en máximos exponentes de la corriente crítica con los planteamientos de Iglesias.

En mayo del año pasado, Lola Sánchez hacía pública su candidatura a la secretaría general de Podemos en la Región. Finalmente, un mes después, Óscar Urralburu (más cercano a las ideas errejonistas) se imponía en las las elecciones a la Secretaría General Autonómica de Podemos en la Región de Murcia con 1.268 apoyos (53,82%), frente a los 976 votos que consiguió Sánchez (41,43%) y los 112 que obtuvo la otra candidata, Marcela Crespo (4,75%).