El incremento de las temperaturas propiciará que los agricultores puedan anticipar la plantación de sus cultivos, pero las plagas crecerán entonces de forma aún más rápida, al añadir generaciones adicionales durante el periodo de crecimiento. Esto significa que muchas plagas experimentarán aumentos importantes de población al final de la temporada correspondiente. El aumento de las temperaturas favorecerá a las plagas con ciclos reproductivos cortos y múltiples generaciones anuales. Debido al aumento de la tasa de desarrollo a temperaturas más altas, las plagas podrían añadir aún más generaciones y así podrían alcanzar potencialmente una población mucho mayor al final de la temporada. El efecto máximo se puede esperar en aquellas regiones donde las temperaturas eliminen por completo las heladas, lo que permitirá que se reproduzcan durante todo el año.