Un hilo de expectación brota en el ambiente de la calle Princesa, la sede del PSRM-PSOE, cuando otean el horizonte de las elecciones municipales y autonómicas, previstas para el 26 de mayo de 2019. El partido acaba de dar un paso más en su camino hacia los comicios al constituir su Comité Electoral, cuya dirección conducirá el secretario de Organización, Jordi Arce. Es otro mensaje más para sus adversarios, todavía en pañales, ya que no han designado sus equipos para la campaña y que, a diferencia de los socialistas, tienen pendiente el nombramiento de algunos de sus principales cabezas de lista. El PSRM, en cambio, tiene candidato para la Presidencia y lo tiene también en las tres ciudades más pobladas de la Región. A ningún socialista se le escapa que se encuentran ante su gran oportunidad: sienten que la posibilidad de desalojar al PP de San Esteban es real. Hacía tiempo que no percibían esa sensación.

Son varios los factores que invitan a pensar así en Princesa. El primero, el 'efecto Diego Conesa'. El impulso de su labor al frente de la Delegación va a centrar la campaña electoral del partido. Así lo admite Jordi Arce: «La estrategia se va a basar en los hechos que está demostrando Diego Conesa en la Delegación». Sus decisiones son, a juico de Arce, el principal bagaje para la campaña: «Diego es una persona sensata y cumple lo que dice».

El segundo factor, ligado también a los designios de Conesa, es el Gobierno central de Pedro Sánchez. El escaparate nacional no está exento de riesgos, como son la escasa fuerza parlamentaria, las recientes contradicciones en el discurso y la situación de varios ministros bajo la lupa. De momento, no suponen una gran preocupación para los socialistas de la Región. Prevalece que La Moncloa esté ocupada por un presidente del PSOE. El hilo directo con Madrid ha propiciado que se tomen medidas que antes eran inviables: por ejemplo, la prioridad del soterramiento en Murcia frente a la llegada provisional del AVE en superficie.

Este escenario ha derivado en un cierre de filas en el partido. Las tensiones se han aliviado y ya no suena el ruido de sables, tan escuchado en otras épocas. Ahora hay un objetivo común, San Esteban; máxime cuando se ha abierto el espectro del voto de la derecha, con varios partidos en pugna por el apoyo conservador: PP y Ciudadanos, a los que se suman Somos Región y -apurando- Vox.

Ya no es la era de las mayorías absolutas. Lo reconoce el propio Jordi Arce: «Aspiramos a ser la fuerza más votada. Ojalá nos den la confianza y podamos conseguir la mayoría absoluta, pero hay que ser realistas y saber que nuestro objetivo es, y lo ha dicho Diego Conesa en muchas ocasiones, sacar un voto más que el resto».

Ser la lista más votada y abrir el abanico para pactar es otra de sus bazas. El PSRM puede mirar a su izquierda, donde se sitúa Podemos, pero también puede girar su vista hacia Ciudadanos. Disponen de una propuesta universal para tentar a cualquier socio: poner fin a 24 años de gobiernos populares.

Las elecciones de 2015 marcaron un punto de inflexión. El PSRM cortó la sangría de escaños perdidos, que se había producido ininterrumpidamente desde 1999 (18 diputados aquel año; 16 en 2003, 15 en 2007, 11 en 2001 y 13 en 2015), aunque resultó insuficiente para optar a San Esteban. La lectura fue más positiva en clave municipal: 17 victorias en los ayuntamientos. Ahora, entre pactos y acuerdos, el partido gobierna 28 Alcaldías. Algunas son ciudades importantes como Cartagena, con Ana Belén Castejón, y Molina de Segura, con Esther Clavero.

Los 28 alcaldes socialistas han confirmado que optarán a la Alcaldía en 2019. El resto de alcaldables de las ciudades de más de 20.000 habitantes lo harán antes de final de mes. La fuerza de la política local, confían, es otra de sus armas. Murcia, sin embargo, es una plaza más complicada, aunque no lo reconozcan públicamente. Respetan la capacidad de José Ballesta, el alcalde popular. Más factible ven la Alcaldía de Lorca, donde no olvidan que se escapó por una decena de votos en 2015.

Aún faltan ocho meses, pero el PSRM ya pisa firme, aunque sus palabras en público sean mesuradas. «Primero vamos a dar a conocer nuestro proyecto a todos los ciudadanos de la Región para demostrar que este partido está preparado para gobernar», anuncia Jordi Arce.