La decana del Colegio Oficial de Ciencias Políticas y Sociología de Murcia, Amparo Albentosa, lamenta que, hoy en día, el acompañamiento humano ha sido «sustituido» por Internet, en concreto, «por las redes sociales», especialmente entre los más jóvenes, incluso menores.

Sobre el aumento de separaciones y divorcios, Albentosa señala que se debe «fundamentalmente al cambio de roles de la mujer», que es «más independiente y cada vez trabaja más fuera de casa», no como hace décadas, que las féminas asumían un rol que las obligaba a «estar abocadas a mantener la casa y no contar con medios propios».

«Nos hemos empoderado», remarca la experta, que destaca que antes «muchas mujeres no se separaban porque dependían del marido» económicamente. «Las mujeres ya no aguantamos», hace hincapié.

En cuanto al aumento de hogares habitados por una única persona, la socióloga lo achaca a «varias circunstancias», como, por ejemplo, «la independencia, con motivo de las separaciones». Y es que cada vez la gente se divorcia más mayor, incluso después de jubilarse. «Ya hay mujeres de cierta edad que se están separando y se van a vivir solas», pues sus hijos ya se han emancipado. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2016 se divorciaron en la Región de Murcia 241 hombres mayores de 65 años y 169 mujeres en la misma franja de edad.

A eso se une la realidad de que «las familias ya no son tan extensas como antes», comenta.

Albentosa indica que hay quien vive solo «porque le da la gana» y quien se ve obligado a hacerlo «por una ruptura de pareja». El aumento de la esperanza de vida da lugar, a su juicio, a la proliferación de estos hogares solitarios.

«Estamos cada vez más solos y esto empieza ahora», tiene claro la experta, que observa que hay «más retraimiento conforme se utilizan más las redes sociales».

En este sentido, sostiene que «los chavales de la Generación Zeta (la posterior a los llamados 'millennials') son totalmente independientes» y cada vez mantienen menos «relaciones sociales» cara a cara, ya que prefieren hacerlo «a través de medios electrónicos». «Pasan el día pegados al ordenador», subraya la decana de los sociólogos, quien cree que se está formando «una generación bastante solitaria, de personas metidas en su mundo».

Preguntada por si la tercera edad también trata de mitigar su soledad delante de una pantalla, Amparo Albentosa comenta que «no», y añade que «hay personas de 80 años que ni saben manejar un ordenador».

Dado el panorama, la experta elucubra que van a seguir aumentando los casos de mayores que mueren solos en su casa, ya que «los apoyos familiares ya no son como antes», a lo que se une la baja natalidad. Hay personas que optan «por la residencia, si tienen plazas y dinero», aunque también apunta que mucha gente «no quiere ir» y prefiere quedarse en su casa, aunque su estado de salud no sea precisamente óptimo, precisa la socióloga.