La reducción del número de ahorradores murcianos que deciden invertir en planes de pensiones para completar su jubilación se debe a la salida de los beneficiarios que han alcanzado la edad de retirarse y dejan de hacer aportaciones, pero también al descenso de las nuevas incorporaciones, según explicaba José Luis Manrique, director de Estudios del Observatorio Inverco.

El motivo es que en este momento existe un menor interés por ahorrar, mientras que se ha disparado el consumo, como demuestra el aumento del crédito bancario, que vuelve a concederse con alegría, aunque las entidades financieras mantengan unos controles más exhaustivos sobre la solvencia de sus clientes.

El director del servicio de Estudios de Inverco recordó que durante la crisis económica se alcanzaron las mayores cotas de ahorro, debido a las estrecheces a las que se veían sometidas muchas familias, pero también a causa de las cautelas que las alarmantes noticias sobre la marcha de la economía despertaban en los consumidores con capacidad de compra.

Con la recuperación económica se ha producido un cambio de tendencia radical, que ha vuelto a disparar el consumo, aunque el gasto que pueden permitirse los ciudadanos siga siendo en muchos casos inferior al que podía alcanzar antes de 2008.

José Luis Manrique reconoce sin ambages las dificultades que existen para atraer a nuevos clientes y apunta que las nuevas altas resultan insuficientes para cubrir las bajas. «La tendencia no es buena. En realidad podemos hablar de que el sistema está estancado desde hace más de diez años y serían necesarias medidas de estímulo para animar a la gente», asegura el experto.

Además, llama la atención sobre el hecho de que sólo una minoría de quienes tiene un plan de pensiones realiza aportaciones de forma regular, lo que provoca que los importes medios que logran ahorrarse sean muy bajos y claramente insuficientes para suponer una ayuda real a la hora de la jubilación.

En el caso de Murcia, el patrimonio medio de los titulares de planes de pensiones resulta el más bajo de España, con 5.503 euros, aunque la Región también ocupa los últimos puestos en salarios. A su vez, también las pensiones que paga la Seguridad Social están entre las más bajas, con 13.289 euros anuales.