No fue su mejor rueda de prensa. El senador del PP Francisco Bernabé ha reconocido en la tarde de este viernes que había metido la pata después de haber afirmado esta mañana en una comparencia que el nuevo híbrido que conecta la Región de Murcia con Madrid es «el timo del siglo» porque la reducción de media hora en el viaje hacia la capital de España se había logrado a costa de «suprimir las paradas de Torre Pacheco, Balsicas-Mar Menor, Calasparra y Cieza».

Sucedió a primera hora de la mañana. Bernabé se reunía en la sede del PP regional con las portavoces locales del PP de San Javier, Cieza, Calasparra y Torre Pacheco para tratar asuntos ferroviarios. Tras el encuentro, Bernabé manifestaba que el híbrido, al que volvió a calificar como «el tren de la vergüenza», tarda «media hora menos en ir a Madrid simplemente porque han suprimido las paradas de su recorrido», lo que supone «que más de 300.000 murcianos que viven en las comarcas del Campo de Cartagena, del Mar Menor y de la Vega Media, Valle del Ricote y del Noroeste se han visto privados de un servicio público esencial de transporte como era el tren de primera hora que muchos de ellos utilizaban para sus desplazamientos a Madrid».

La información era inexacta. Desde Renfe ratificaban que, tal y como llevan detallando desde que se puso en marcha el tren híbrido, el Alvia efectúa las mismas paradas comerciales que realizaba el primer tren Altaria de primera hora de la mañana, cuyo servicio ha sido reemplazado por el híbrido. La única novedad del itinerario del Alvia es su estación de destino, que ha pasado de Chamartín (adonde no llega la Alta Velocidad) a Puerta de Atocha.

Es decir, el híbrido traza el mismo trayecto que el Altaria que antes partía a las 5.22 horas de la ciudad portuaria y salía a las 6.06 de la estación de El Carmen: Cartagena, Balsicas-Mar Menor, Murcia, Albacete y Madrid. El híbrido de vuelta tiene además una parada en Torre Pacheco (20.49 horas), al igual que incluía el Altaria.

Ya en la tarde, Bernabé comentaba a este diario que «una confusión» le había llevado a suponer que el Alvia eliminaba paradas. El senador admitía que «no había contrastado la información» que le habían trasladado en su reunión, rectificaba y pedía disculpas. Eso sí, sigue opinando que el híbrido «es el tren de la vergüenza».