La aplicación de medidas de Responsabilidad Social es una tendencia cada vez más acentuada en el panorama empresarial actual. De hecho, hasta resulta suficiente con mirar de reojo a la actividad de un cada vez más elevado número de pymes para percatarse de su interés en generar valor, empleo y cohesión social, al mismo tiempo que incrementan su productividad y competitividad de forma sostenible y coherente y mejoran la calidad de vida de sus trabajadores y familias; y todo sin renunciar a su principal objetivo: la consecución de unos resultados determinados en cada momento.

La RSE, que se define como una forma de dirigir las empresas basada en principios éticos apegados a la ley, también evoluciona de forma positiva en la gran empresa en España, y así se ha encargado de ponerlo de manifiesto un estudio realizado recientemente por el Club de Excelencia en Sostenibilidad con el apoyo del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, y que se presenta en un contexto en el que se posicionan nuevos temas, tales como la movilidad sostenible, la gestión de la diversidad o ciberseguridad. Además, los Objetivos de Desarrollo Sostenible han ganado terreno y se integran en las estrategias de Responsabilidad Empresarial de las compañías líderes, y el impacto que el Plan de Acción Nacional de Empresas y Derechos Humanos recientemente aprobado puede tener en la gestión de compras responsables.

Algunos de los avances más destacados en este sentido son el aumento del porcentaje de empresas que trasladan a sus proveedores la necesidad de desarrollar prácticas de Responsabilidad Social Empresarial y el incremento del porcentaje de empresas que comunican sus prácticas de RSE, a favor de la transparencia, así como la implementación de sistemas de gestión integral de la ética.

Los datos se articulan en torno a seis ejes en los que se ejemplifica la consolidación de la Responsabilidad Corporativa en la Gran Empresa Española. El primero de ellos es la ´Gestión de la RC´, que detalla que el 98% de las empresas tienen políticas de RC y la gran mayoría vinculan las mismas a prácticas con empleados, medio ambiente y cuestiones sociales.

Además, aumenta el porcentaje de empresas que tienen un sistema de gestión de riesgos, que se aplican tanto a los de procesos internos como a aquéllos del sector al que pertenece la empresa.

Otro eje es el de ´Grupos de Interés y Comunicación´, en el que se indica que existe una cultura consolidada de comunicación de los resultados de gestión de la RC a los diferentes grupos de interés, con un 94% de las empresas que realizan algún tipo de comunicación o reporte.

Aumenta el porcentaje de empresas que trasladan con carácter obligatorio los criterios de RC a los proveedores con mayor riesgo sobre el negocio y de empresas que realizan auditorías externas sobre la cadena de suministro. Mientras, la gran mayoría de los negocios participantes tienen directrices sobre comunicación responsable, para la construcción de una reputación de marca y empresa responsable.

En ´Ética´, ´Compliance´ y ´Gobierno Corporativo´, continúa en aumento el porcentaje de empresas con un sistema integral de gestión de la ética que incluye código ético, acciones formativas e informativas, y herramientas para prevenir, identificar, gestionar y minimizar posibles incumplimientos.

En ´Medio Ambiente´, el 76% de las empresas participantes tiene una estrategia de reducción/compensación de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y lucha contra el cambio climático.

En ´Dimensión Social Externa´, el 99% de las empresas participantes realizan Acción Social; el 79% lo hacen guiadas por un plan estratégico y casi la mitad de ellas mide el logro de los objetivos y acciones contemplados en el mismo con una metodología específica.

En cuanto a la ´Dimensión Social Interna´, en gestión de la diversidad, integración laboral y supresión de toda forma de discriminación, el 58% tiene un Plan de Diversidad para garantizar la diversidad e integración laboral y evitar discriminación en todos los procesos de gestión de recursos humanos. Mientras, el 80% de las empresas disponen de instalaciones accesibles en el centro de trabajo y el 97% de las compañías tienen medidas de conciliación y más de la mitad disponen de una política específica cuya implantación se evalúa periódicamente.