Dicen que los 30 son los nuevos 20. Lo dicen aquellos que, pese a notar el peso del tiempo sobre sus espaldas, todavía albergan en lo más profundo de su ser ese inquebrantable espíritu de juventud que habita en aquellos que todavía se sienten capaces de cambiar las cosas. Algo parecido le pasa a LA OPINIÓN, que ayer celebró sus primeras tres décadas de vida por todo lo alto. Lo hizo en el Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia, en Corvera, rodeado de amigos, compañeros y personalidades destacadas del mundo de la política, el periodismo, el deporte y la cultura. Pero, sobre todo, lo hizo con una filosofía que impregnó todas y cada una de las actividades que se realizaron en el aeródromo: el de ayer no era un día para recordar los acontecimientos pasados o, incluso, presentes, sino para mirar al futuro.

1.300 personas llenaron la terminal -que se tiñó de rojo para la ocasión- y disfrutaron, desde las ocho de la tarde, de las diferentes instalaciones que LA OPINIÓN había preparado para sus invitados. No podía faltar un photocall a la entrada del aeropuerto y un espacio para que los presentes dejaran sus felicitaciones al periódico; felicitaciones que fueron proyectadas progresivamente en las pantallas que la organización había habilitado para ello. Aunque, sin duda, uno de los puntos de mayor interés fue el espacio expositivo que la cabecera dispuso a la izquierda del escenario. En él, el primer corazón artificial que se implantó en la Región, el Goya de Carlos Santos, la medalla olímpica de Antonio Peñalver y el Carburo Minero de Enrique Morente, entre otros vestigios de la historia reciente de Murcia y, consecuentemente, de LA OPINIÓN.

Hubo tiempo para recrearse ante las urnas y ante tres portadas gigantes e interactivas -una por cada década de vida del periódico- hasta las ocho y media, momento en el que comenzó el acto institucional, que estuvo dirigido por la periodista María Pina e iniciado con la proyección de un vídeo en el que el periódico repasaba algunos de sus hitos y fijaba la fecha de ayer, jueves 13 de septiembre de 2018, como «el comienzo del gran futuro que está por contar».

El presidente y propietario del grupo Editorial Prensa Ibérica -del que forma parte LA OPINIÓN-, Javier Moll, fue el primero en tomar la palabra: «Éste es un periódico con personalidad, un periódico que no se arruga, un periódico sin miedo a los cambios y a la innovación, un periódico que ve oportunidades donde otros ven amenazas», afirmó el empresario aragonés, que recordó cómo LA OPINIÓN fue el primer diario en España que apostó por los ordenadores Macintosh o el primero que contó con una mujer al frente.

Después de su intervención, y de las del resto de ponentes, una espectacular pantalla localizada sobre el escenario tomaba el protagonismo con la ayuda de hasta tres piezas audiovisuales más que repasaban -aunque brevemente- lo vivido y aventuraban lo que está por venir. Porque «con treinta sería un error regodearnos en mirar atrás, con todo lo que hay por delante», apuntaba José Alberto Pardo, director de LA OPINIÓN, en el segundo discurso de la noche. «Con esta edad podemos decir que somos osados y con los pies muy en la tierra. Con treinta años, gozamos de un equilibrio envidiable entre la madurez y la juventud, entre la experiencia y la urgencia», añadió.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que llegó este miércoles a Murcia invitado expresamente por LA OPINIÓN a este aniversario, fue el siguiente en subir a la tarima. «Felicidades por vuestro trabajo, por vuestra aportación, pero también por algunas particulares de este medio que he podido conocer», apuntó Ábalos, que destacó la contribución al pluralismo, la «feminización» de su redacción, y la «apuesta por el futuro» que ha abanderado este diario con la entrada de la era digital.

Tras el ministro, y para poner fin a las intervenciones, tomó la palabra el presidente de la Región de Murcia. Fernando López Miras quiso recordar a todos los periodistas que «hicieron posible su nacimiento -el de LA OPINIÓN-, su consolidación y su papel protagonista en la prensa regional», y deseó un futuro próspero y común para Murcia y la cabecera, que «todavía tiene por delante las mejores páginas de su historia».

El acto fue clausurado por la compañía del acróbata brasileño Joca Vergo, que, colgados del techo de la terminal, ofrecieron un espectáculo coreográfico aéreo que encandiló al público y ante el que solo pudieron reaccionar con una cerrada ovación para despedir a los vertiginosos artistas.

No obstante, todavía quedaba disfrutar de la compañía y de un ágape que se alargó hasta las once de las noche y en el que LA OPINIÓN tenía guardada una última sorpresa especial para sus invitados. na velada que, efectivamente, tan solo es un punto de partida.