Los comercios de la Región tratan de reinventarse para hacer frente a la competencia de las ventas por Internet, que no solo están quitando negocio a las tiendas, sino que lleva a ciertos clientes a utilizar los probadores de los establecimientos físicos para comprobar cómo les quedan las prendas y los zapatos que después compran online desde su casa. Por eso, la curiosa iniciativa de la consejera de Economía de Castilla y León, Pilar del Olmo, de empezar a cobrar por el uso de los probadores de las tiendas ha abierto un debate en toda España, que se acrecienta día a día y al que no permanece ajeno el comercio regional.

La propuesta de la titular de Economía castellanoleonesa fue planteada durante una rueda de prensa celebrada en el Ministerio al acabar la Conferencia Sectorial de Comercio, en la que están representadas todas las autonomías. En la Región, ni la Consejería de Empresa ni los comerciantes están dispuestos a secundar la iniciativa que que tanto revuelo ha causado, pero tanto la Dirección General de Comercio, Consumo y Simplificación Administrativa como las organizaciones empresariales consultadas admiten la necesidad de introducir cambios en las pautas de funcionamiento de los establecimientos y en las relaciones con el cliente para evitar que se marche sin comprar nada.

El director general, Francisco Abril, apuntaba que «la propuesta de cobrar por probarse la ropa o los zapatos no es ninguna solución. Lo que debemos hacer desde las administraciones es ayudar al pequeño comercio a que se adapte a las nuevas tendencias de compra del consumidor actual, innovando, adaptando horarios y adentrándose en la digitalización, que no es exclusivamente la venta online».

El responsable de Comercio del Gobierno regional asegura que la estrategia a seguir en este momento pasa por «sensibilizar al sector para que consiga que comprar en sus tiendas sea una experiencia que aporte un plus a aquellos que buscan algo más a la hora de comprar, como es el asesoramiento, confianza y cercanía. Estamos trabajando en esa línea con el sector», avanzaba Francisco Abril.

Tampoco la nueva Federación de Empresarios del Comercio constituida recientemente en Murcia comparte la propuesta de que las tiendas cobren por usar los probadores. La vicepresidenta de esta organización y presidenta de la Asociación Triángulo, Carmen Piñero, apuntaba que se trata de una propuesta «chocante» y señalaba que «la mayoría de los comerciantes no la vemos».

Carmen Piñero explicaba que «lo que queremos es que la gente venga a los comercios y que se lleve lo que se pruebe. Comprar por Internet es muy cómodo, pero tiene muchas incidencias. Tenemos que ir en la línea de ofrecer servicios y de concienciar a los ciudadanos de que cuando se compra en la tiendas de una ciudad, la riqueza se queda en la ciudad. El comercio paga impuestos y crea empleo».

Por el contrario, advertía de que los beneficios de las empresas foráneas acaban marchándose fuera, aunque da por hecho que las ventas por Internet no perjudican tanto al pequeño comercio como los centros comerciales, que sacan a la clientela de las ciudades. «Nos afecta más que abran los festivos. Eso es lo más dañino. Necesitamos que la gente pasee por las calles», indicaba. La representante de la federación que agrupa a distintas asociaciones de Murcia también mantiene que el pequeño comercio debe proporcionar «un servicio de cercanía y calidad».