«A veces nos vemos obligados a instalar aulas prefabricadas porque los ayuntamientos no nos dan suelo que cumpla con las condiciones necesarias para poder construir un colegio». Así respondía ayer en la Asamblea Regional la consejera de Educación, Adela Martínez-Cachá, ante la pregunta del diputado de Podemos, Miguel García Quesada, sobre las «razones por las que el Gobierno no soluciona la situación insostenible de los centros con aulas prefabricadas».

La consejera, que defendió que «no hay ningún niño en la calle», detalló que en la Región sólo el 0,05% de todas las aulas son prefabricadas, que «no barracones», dijo, detallando que esta realidad se produce en 41 aulas de un total de 10.378. Estos datos significan, agregó la titular de Educación, que se ven afectados unos mil alumnos de los 265.000 escolares matriculados y 22 de los 638 centros de la red pública.

Martínez-Cachá comparó este escenario con comunidades como Baleares -donde «Podemos presta su apoyo al Gobierno»-, con más de 100 aulas prefabricadas, y con la Comunidad Valenciana, donde «estudian más de 4.000 alumnos» en este tipo de recintos.

El diputado de Podemos, que indicó que «el mal de muchos no es consuelo para los murcianos que padecen año tras años tener que llevar a sus hijos a unas aulas prefabricadas», respondió que la solución de la Consejería «no es suficiente». No se trata de cifras, añadió, «sino de caras».

Martínez-Cachá también aseveró que ha habido «muchas veces» en que son «las propias familias las que han demandado» este tipo de aulas antes de ser trasladados sus hijos a otro centro mientras se decide el proyecto de ampliación o construcción de un nuevo edificio.

Tras afirmar que estas instalaciones «cumplen con todas las condiciones para dar clase con todas garantías», detalló que el Plan de Retirada de Aulas Prefabricadas incluye la eliminación de ocho de ellas en los colegios Juan de la Cierva de Casillas (Murcia); Juan Navarro de La Hoya (Lorca); Bienvenido Conejero Requiel (Los Alcázares); y Sagrado Corazón (Librilla).

Momento tenso

Uno de los momentos más tensos de la sesión de control al Gobierno fue cuando, en la respuesta al diputado de Podemos Miguel García sobre las aulas prefabricadas, quien le ha preguntado cuántas de estas instalaciones hay en centros concertados, Martínez-Cachá le contestaba que, tras el verano, había constatado que el parlamentario sigue con sus «obsesiones» contra esta enseñanza, lo que «significa que no se las ha tratado». Por ello, García Quesada pedía que la consejera retirara esa referencia a su estado de salud, algo a lo que se ha negado Martínez-Cachá recalcando que el parlamentario de Podemos siempre alude a la enseñanza concertada en todas sus intervenciones.

Por otra parte, la titular de Educación, Juventud y Deportes ha indicado que, junto a las comisiones municipales de absentismo, su departamento ha conseguido resolver todos los casos de absentismo escolar en el último año, excepto 59 casos que fueron notificados a Fiscalía.