La Dirección General de Medio Ambiente ultima los trámites para contratar un estudio sobre el actual emplazamiento y la situación de contaminación de la balsa Yenny, ubicada en el Llano del Beal. Así lo aseguraba el consejero de Medio Ambiente, Javier Celdrán, en un pleno de control al Consejo de Gobierno en la Asamblea Regional.

El estudio, cuya ejecución está prevista que se inicie en octubre, tendrá un plazo de 60 días, por lo que antes de fin de año se podrán conocer los resultados. Los trabajos que se contemplan en el estudio son el emplazamiento de la balsa minera. En ese punto se determinará, dijo Celdrán, la idoneidad de las actuaciones llevadas a cabo para la mejora de la calidad del suelo y del entorno, la caracterización físico-química del emplazamiento, con las concentraciones de metales pesados y el análisis y diseño de las actuaciones para evitar afecciones en áreas próximas. Además, en el estudio se incluirá un plan de seguimiento y control del emplazamiento de la balsa.

Celdrán recalcó que durante años están realizando un programa de vigilancia ambiental que cuenta con actas e informes técnicos de seguimiento para restablecer la legalidad ambiental.

Por otro lado, el diputado regional de Podemos, Andrés Pedreño, invitaba a Celdrán, que para tener «una ligera idea» de lo que están pasando los vecinos «bien podría poner un pie en alguna de las localidades de la Sierra Minera y comprobar in situ cómo las aguas rojas, llenas de partículas tóxicas y contaminantes, campan a sus anchas y llegan a escuelas, casas y parques».