El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista Joaquín López Pagán afirmó ayer que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, mostró su total apoyo a la Región de Murcia en la reunión que mantuvo con el presidente «accidental», Fernando López Miras, el miércoles en La Moncloa.

El portavoz socialista lamentó la postura que adoptada por López Miras y desgranó los diferentes aspectos abordados en el encuentro para demostrar «que solo hace demagogia».

En la financiación autonómica, «Pedro Sánchez ofreció al presidente regional soluciones a corto plazo, mientras no se reforme el actual sistema, ya que es un tema complejo que debe hacerse en condiciones». Y «ofreció más dinero para nuestra Comunidad para compensar a un Gobierno regional manirroto», enfatizó.

En materia de agua, López Pagán se preguntó qué más garantías necesita el presidente López Miras. «Ha quedado claro que la Ley del Trasvase no se va a tocar y se han enviado dos trasvases con el Gobierno socialista, en tiempo y forma, por lo que no tienen justificación esas dudas, más allá del juego partidista, que conocemos de sobra». Y en infraestructuras recordó que ya hay trenes híbridos que acortan el viaje a Madrid.

«Siete años de castigo del Gobierno de Rajoy para la Región de Murcia se están resolviendo en tan solo cien días de certezas y realidades de un Gobierno socialista», concluyó.

«Murcia no está en la agenda»

Por su parte, la portavoz del Gobierno de Murcia, Noelia Arroyo, comentó que la reunión en Moncloa confirmó el «total desconocimiento» del mandatario español sobre los problemas de la Región y, además, que «Murcia no está en la agenda» del Ejecutivo.

Abogó por la necesidad de que exista una relación fluida entre los gobiernos central y regional, y criticó, entre otros asuntos, la falta de información de Pedro Sánchez sobre el Pacto Regional del Agua, firmado por su partido en Murcia.

En cuanto a la alta velocidad, Arroyo expresó el malestar del Gobierno murciano trasladado a Pedro Sánchez por el cambio en el proyecto de entrada a Murcia, que ha supuesto «obligarnos a usar una infraestructura del siglo XIX cuando teníamos el AVE en pruebas el 31 de agosto».