¿Los jugados también están colapsados porque los padres llevan sus discrepancias ante un juez?

Están colapsados por eso y por más motivos. Hay muchísima litigiosidad entre los progenitores y no sólo por discrepancias entre ellos, sino también por incumplimientos de las sentencias. Por cualquier cosa acuden a la vía judicial. Además, un divorcio puede tardar una media de un año y a veces se tardan ocho meses en tomar medidas provisionales por culpa del colapso. Y hablamos de casos que afectan a niños que necesitan ver a sus padres o tomar alimentos.

¿Actúan los jueces como si fueran el tercer padre?

Muchas veces, sí. Muchas veces los jueces tienen que poner cordura entre los propios progenitores por temas nimios y sin importancia. Los padres, en vez de solucionar los problemas entre ellos, acuden a los tribunales por motivos como una actividad extraescolar, en la que el padre quiere que haga una cosa y la madre, otra.

¿Qué papel juega la figura de un mediador?

Es importante la figura del mediador. El problema es que muchos progenitores no se quieren juntar a negociar y el mediador intenta que negocien entre ellos, guiándoles para que tomen acuerdos, pero él no puede tomar decisiones, que corresponden a los progenitores. Cuando no hay acuerdo y van a un contencioso, la situación está ya tan enconada que los progenitores no se quieren sentar. Lo que está funcionando en otros sitios es el coordinador parental, que ya se ha instaurado en Cataluña. Es una figura que trata asuntos no tan importantes; por ejemplo, cuando los padres no se ponen de acuerdo si le ponen o no unas gafas al niño. El coordinador es un apoyo del juez, una persona formada jurídicamente y que, a diferencia del mediador, sí puede tomar una decisión y comunicársela al juez. El coordinador puede ayudar mucho en este tipo de situaciones de jurisdicción voluntaria. Cuando el tema es más importante, sí tiene que decidir el juez, como es un cambio de custodia. El coordinador parental, que todavía no se ha implantado en la Región de Murcia, sería un gran apoyo para evitar tener que celebrar un juicio. El magistrado murciano Pascual Ortuño ha impulsado mucho esta figura.

¿Faltan medios?

Medios en la Justicia siempre faltan. El problema fundamental es la gran burocracia: cuánto tiempo tarda en celebrarse un procedimiento de urgencia, cuánto tiempo tiene que pasar una familia sin comer o sin ver a sus hijos. En septiembre empezó a funcionar un nuevo juzgado de Familia en Murcia, ahora tenemos tres; pero faltan más juzgados especializados en Familia. Y demandamos que los jueces y los fiscales se especialicen en Familia, porque tratan temas muy delicados.

¿Cómo se conciencia a las familias para evitar un juicio?

La labor del abogado es muy importante. Igual que se va al traumatólogo cuando el niño siente dolor en una pierna, si es un asunto de familia, tiene que ir al abogado especialista en Familia, porque le puede solventar la situación. Un buen abogado de Familia va a prever todo tipo de situaciones y va a consejar que se intente llegar a acuerdos por los menores. Hay que tener mucha empatía: los menores son lo primero. Les hablamos a las familias de que tienen que dejarse de egoísmos, les decimos que tienen que pensar en sus hijos. Les hacemos distinguir que no tiene nada que ver el conflicto con el otro progenitor con el del hijo, que tiene derecho a ver a su padre o a su madre. Tiene que haber otras vías alternativas al juicio, por eso tenemos que ayudar a las familias.