El colapso estos días en los juzgados en el inicio del curso escolar debido al incremento de pleitos entre los progenitores al discrepar en cuestiones relativas a la educación, ahora que se inicia el curso escolar, es uno de los temas que abordará esta semana el congreso de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA). Su presidenta, María Dolores Lozano, ha dicho que la citada situación «de colapso» se produce desde hace tres años con la entrada en vigor de la Ley de la Jurisdicción Voluntaria (LJV), que regula diferentes expedientes que se pueden plantear en materia de Derecho de Familia ya que antes no existía un procedimiento específico y regulado para dirimir estos desacuerdos entre los progenitores.

Ocurre que con la implantación de la Jurisdicción Voluntaria «los padres se han acostumbrado a acudir a los juzgados, lo que ha provocado su colapso, sobre todo, en la época de elección de colegio». «Desgraciadamente, en muchos casos los padres no son capaces de solventar problemas por ellos mismos, y se están acostumbrando a judicializar la vida familiar. Hay familias que parecen funcionar a golpe de decisión del juez», afirma Lozano. Así, cada vez es más habitual que se produzcan desavenencias por la elección del centro educativo, en la toma de decisiones que implican un gasto como son las actividades extraescolares o por asuntos donde subyace el componente ideológico o religioso, así como decisiones que impliquen un cambio de residencia de los hijos para trasladarles de localidad e incluso de país, explica la presidenta de AEAFA. Existe una figura denominada «coordinador de parentalidad» que es la que interviene para 'reconducir' los criterios educativos de los progenitores en beneficio de los hijos.