Goya del actor Carlos Santos

La sombra de Paco Rabal es alargada. El aguileño tiene su nombre escrito con letras doradas en el Olimpo del cine español, y es difícil que alguien sea capaz de ponerse a su altura. Pero, desde luego, si hay un actor que ha podido acercarse, ese es Carlos Santos.

El palmarés, al menos, así lo demuestra: el murciano es el único intérprete nacido en la Región, además del maestro Rabal, capaz de ganar un Goya. Lo hizo hace un año, gracias a su papel en la película El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, en la que se metía en la piel del exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán.

La estatuilla, presente en Corvera, será sin duda un impulso, una motivación, para todos aquellos jóvenes que inician sus estudios en la Escuela de Arte Dramática de Murcia, donde Santos se formó.

Medalla de Antonio Peñalver

En la Región, como en prácticamente todo el país, el fútbol es el deporte rey, de eso no hay duda. Sin embargo, es difícil -por no decir imposible- encontrar en el balompié a un murciano que haya llegado tal alto como Antonio Peñalver.

El decatleta alhameño tiene el honor de ser el primer deportista capaz de traer una medalla olímpica a la Región -solo la baloncestista Laura Gil ha podido igualarle hasta ahora-; y lo hizo en el mejor momento posible: en Barcelona '92.

Concretamente, fue el 6 de agosto cuando, tras cruzar la meta inmediatamente después que el checo Bob Zmelik, paseó la bandera de la Región por el Estadio Olímpico de Montjuic, sabedor de que su hazaña había sido de plata; una plata que, como comprobaron ayer los asistentes a la gala, sigue brillando como hace 26 años.

Carburo minero de Morente

Flamenco o no, no se puede hablar de cultura en la Región sin citar al Cante; y no se puede hablar de flamenco, en general, sin mencionar al festival unionense, uno de los más veteranos del país.

Cuando la Terraza Argüelles acogió su primera edición, allá por 1961, a LA OPINIÓN casi le faltaban los mismos años para nacer que los que hoy celebra; más de medio siglo de historia que han convertido a La Unión, a base de tesón y pasión, en referente mundial.

Por eso, en 2004, una leyenda como Enrique Morente, el gran renovador de la tradición flamenca, rindió homenaje a sus mineros con un concierto que no es solo parte de la historia del festival, sino del género. Aquel año, el Cante rindió tributo al granaíno, al que entregó su prestigioso Carburo Minero; un galardón que -cedido por su familia- también estuvo

presente en el aeropuerto.

Casco de Ana Carrasco

Coronarse en un mundo de hombres, esa es la hazaña de Ana Carrasco. En septiembre del pasado año, la piloto ceheginera hizo historia al convertirse en la primera mujer en ganar una carrera de motociclismo de velocidad de un campeonato mundial, el Supersport 300.

Fue en Portimão (Portugal), y acabó cruzando la meta 53 milésimas antes que el italiano Alfonso Coppola y a 63 de su compatriota Marc García, a la postre, campeón de la general.

Sin embargo, el hambre de Carrasco no tiene límites. Esta temporada se ha convertido en la primera mujer en liderar el campeonato; y, de momento, no ha soltado el trono. Quedan pocas fechas para que termine la temporada y ya toca la corona con la punta de los dedos.

Lamentablemente, ayer no pudo asistir a la gala, pero estuvo presente en este espacio expositivo con uno de sus cascos.

Caballito del Mar Menor

En los años setenta, el Mar Menor contaba con la mayor densidad de caballitos de mar de todo el planeta.

Esta misteriosa criatura se convirtió en la imagen de nuestro litoral, pero de un tiempo a esta parte ha pasado de símbolo de vida a motivo de lucha.

Según la Asociación Hippocampus, el caballito de mar común podría haber visto reducida su población en un 90% respecto a 2012 con la progresiva pérdida de las praderas marinas de la laguna. Su presencia en nuestras aguas -se enfrenta a la amenaza de la extinción- ha abanderado la lucha por salvar el Mar Menor de la 'sopa verde'; una lucha en la que LA OPINIÓN quiere ser partícipe.

Su presencia durante la gala -cedido por la UMU, dentro de su proyecto de recuperación- era una forma de recordar a todos los allí presentes que su supervivencia es prioritaria e innegociable.

Piedra del terremoto de Lorca

A una sociedad no solo la construyen sus éxitos. Es en los días más aciagos cuando verdaderamente se demuestra la valía de las personas; y, sin duda, uno de los días más tristes de estas últimas tres décadas en la Región fue el 11 de mayo de 2011.

Aquella tarde, un terremoto de magnitud 5,1 -precedido de un movimiento sísmico de 4,5- sacudió nuestras tierras, y Lorca fue la localidad que pagó el precio más alto: nueve víctimas mortales, más de 300 heridos y un paisaje desolador que conmovió a todo el globo.

La solidaridad de los pueblos no se hizo esperar y hoy, siete años después, la Ciudad del Sol luce -no sin cicatrices- más brillante y orgullosa que nunca. Un sismograma de aquella tarde y un ladrillo caído del torreón del Convento de Nuestra Señora la Real de las Huertas sirvieron para recordar ayer a todos los que se vieron afectados.

Primer corazón artificial

La Región de Murcia puede presumir de contar con un equipo de profesionales de la sanidad excepcional. Así lo han demostrado en infinidad de ocasiones, con el Hospital Virgen de la Arrixaca como punta de lanza.

No hay más que ver las cifras: el centro médico de El Palmar volvió a ser en 2017 -por tercer año consecutivo- el hospital con más donantes de España.

Sin embargo, la innovación -incluso en este campo- está a la orden del día. En este sentido, el año 2015 quedará para la historia después de que el doctor Sergio Cánovas, jefe de Cirugía Cardiovascular de la Arrixaca, realizara el primer implante de un corazón artificial en la Región. Él fue, además, quien hizo posible que este dispositivo estuviera ayer en Corvera como una forma de que todos los médicos, enfermeros y cirujanos de la Región se vieran representados en esta gala.