Si bien es cierto que el director general de Comunicación del Parlamento Europeo, Jaume Duch, advirtió el viernes que «dudaba» que hubiese una propuesta de la Comisión Europea (CE) para eliminar el cambio de hora bianual en toda la Unión Europea (UE) antes de las elecciones de mayo del 2019, han sido muchas las personas que, tras la propuesta del CE para suprimir el modelo actual, han comenzado a plantear escenarios hipotéticos de darse una opción u otra.

«Si dejasen el horario de verano todo el año, ¿a qué hora amanecería en Navidad?» o «¿cuándo anochecería en San Juan de mantener el horario de invierno?» son algunos de los planteamientos que traen a más de uno de cabeza. Por poner un ejemplo, de darse este último escenario en el cap i casal, el día se apagaría a las 20.32 horas. Y las playas quedarían iluminadas únicamente por las llamas de las hogueras una hora más pronto de lo habitual.

Con ello, se viviría un solsticio de verano más acorde al huso horario que le correspondería a la posición geográfica de España (situada en el Meridiano de Greenwich). Y es que, como ya explicó ayer Levante-EMV, el horario de invierno se acerca en mayor medida que el de verano a la convención internacional estándar de tiempo, el conocido como Tiempo Universal Coordinado (UTC). Esta sería la opción defendida por algunos expertos (como médicos, o geógrafos) ante la posibilidad de mantener una horario fijo durante todo el año: el de verano (+2UTC) o el de invierno (+1UTC).

Así, los más pequeños acudirían a su inicio escolar (el 10 de septiembre) en un día que habría visto los primeros rayos de sol a las 6.37 horas (frente a las 7.32 habituales) y que anochecería a las 19.20 horas.

Mantener el horario de verano

No obstante, el modelo tradicional de vida hace replantearse a algunos esta cuestión como un tema social más que como un asunto geográfico. Por ello el viernes tanto el Consell del Botànic, como la patronal autonómica, restauradores y hoteleros apoyaron el horario de verano como un claro vencedor en las apuestas.

Un modelo de vida que, según defendía el secretario de Turisme, Francesc Colomer, «beneficiaría al sector servicios» al alargar las horas de ocio durante todo el año «desestacionalizando el turismo».

De mantener el horario de verano, en Navidad el día amanecería a las 9.19 horas y no sería hasta las 18.42 horas cuando empezase a anochecer, lo que alargaría el tiempo de disfrute de los más pequeños al aire libre en un día tan señalado para ellos. Algo muy parecido ocurriría en el día de Reyes (el seis de diciembre) cuando anochecería a las 18.51 horas, después de haber amanecido a las 9.22 horas (normalmente el día comienza sobre las 8.20 de la mañana). Este horario, sin embargo, haría que muchos trabajadores y estudiantes empezasen sus actividades de noche en pleno invierno.

Las fallas también se aprovecharían de la supresión del modelo horario bianual instaurado desde hace más de un siglo, en caso de acordarse el mantenimiento del modelo estival. Los falleros dispondrían de una hora más de luz a última hora de la tarde, puesto que hasta ahora se regían por el modelo de invierno. En este caso, en el día de San José (el 19 de marzo) el sol caería a las 20.10 horas, después de haber amanecido a las 8.11 horas.

Mutaciones como estas pueden dar la impresión de que los días se alargan. Sin embargo, el cambio de hora no afecta en absoluto al tiempo de sol de los días. De hecho, en ambos escenarios (tanto con el horario de invierno, como con el de verano) el día de San José mantendría sus 11.59 horas de luz.