La enfermería escolar está a la vuelta de la esquina y llega con novedades. El Servicio Murciano de Salud (SMS) ha incluido un nuevo subprograma dentro de este proyecto con el que se quiere mejorar la atención a los niños crónicos durante las horas que están en clase y la del resto de sus compañeros.

Los primeros enfermeros escolares llegaron a los centros de salud de Beniaján, Mazarrón, San Javier y Jumilla el pasado mes de junio como proyecto piloto para comenzar a preparar los programas de educación para la salud que van a aplicar durante el curso que acaba de empezar. Ahora, en septiembre, es cuando el programa comienza a coger forma con los primeros profesionales a punto de incorporarse.

El gerente del SMS, Asensio López, explica a LA OPINIÓN que durante el verano han estado preparando el Programa de Intervención Comunitaria Escolar (más conocido como enfermería escolar) y que uno de los tres subprogramas que tendrá será el de 'alerta escolar'. Este estará dirigido a aquellos niños que suelen tener problemas crónicos que necesitan una atención más frecuente, como pueden ser los que tienen crisis epilépticas, diabetes y enfermedades neurológicas. En estos casos los padres podrán autorizar a que el Centro de Coordinación de Emergencias del 112 tenga acceso a la historia clínica de sus hijos con el objetivo de prestar una atención más ágil en el caso de que se presente una emergencia y tengan que llamar desde el colegio.

«Será muy positivo que estos profesionales puedan tener acceso al historial de estos escolares en el caso de que haya que dar una respuesta inmediata, pero siempre con la autorización de los padres», señala el gerente del Servicio Murciano de Salud.

Otro de los subprogramas que tiene el proyecto es el de cuidados, para atender directamente mediante una asistencia sanitaria en el caso de que un menor lo precise durante el horario escolar en su centro. De ahí que los enfermeros escolares se desplacen hasta él para atenderlo, ya sea por un problema crónico, por una caída u otro accidente. A estos dos subprogramas se une un tercero, el que quizá tenga un mayor impacto a largo plazo en las próximas generaciones. Este es el de educación para la salud y que servirá para enseñar a los niños hábitos saludables para prevenir futuros problemas. Asensio López subraya que en estas clases «se darán unas pautas de alimentación, estilo de vida o conductas con una visión global con el fin de implicar también a los padres y hacer que ellos mismos cambien sus hábitos nocivos gracias a sus hijos».

En el programa de enfermería escolar van de la mano las consejerías de Salud y Educación, ya que es un ámbito que les compete a ambas. Por ello, desde el departamento que dirige Adela Martínez-Cachá ya están identificando un listado de centros prioritarios en el que se incluye a aquellos que tienen escolarizados a menores con problemas crónicos que tienen más riesgo de sufrir una descompensación y precisan la atención de un enfermero. Los responsables de ambas consejerías han mantenido una reunión en los últimos días para concretar el inicio del proyecto y volverán a reunirse la próxima semana para avanzar en él.

López defiende el modelo que han elegido de que los enfermeros escolares formen parte de la plantilla de los centros de salud y no en los colegios, «ya que así están integrados en un equipo y tienen el apoyo de otros profesionales como el pediatra o el médico de familia».