Jubilado desde Nochevieja, José Luis Álvarez-Castellanos (1957) asegura que podría estar retirado pero le pudo su compromiso por IU-Verdes. Este maestro, reconvertido en profesor de instituto con la LOGSE, ejerció durante 21 años en el muleño IES Ribera de los Molinos, los últimos 16 como jefe de estudios. Votante del Partido Comunista y ligado siempre a la izquierda, en 1999 dio el salto a la política como coordinador local de IU-Verdes en Mula. Desde 2003 hasta 2015 ha sido concejal en Mula y teniente alcalde durante diez meses en 2007. En noviembre de 2016 fue elegido co-coordinador del partido junto con Candi Marín tras la marcha de José Antonio Pujante. Y desde el pasado mes de junio encabeza la lista regional de IU-Verdes.

Mucha gente da a IU-Verdes por desaparecida, ¿cómo está el partido?

A IU nos dan por muertos desde el nacimiento y todavía estamos aquí, lo que es una prueba de que nos queda mucho recorrido. La cantinela de que estamos desapareciendo se acrecienta por la no presencia en la Asamblea Regional, pero eso no es culpa nuestra: los medios sólo atienden a los que tienen representación parlamentaria, y eso nos castiga. Pero somos la tercera fuerza política en representación municipal, condicionamos 15 gobiernos locales y hemos tenido dos alcaldes en esta legislatura. Estamos en todos los conflictos sociales y políticos: desde la Plataforma en Defensa del Mar Menor, Afectados por la Hipoteca y en Defensa de las Pensiones Públicas. Se equivoca quien diga que IU está muerta, porque estamos en una dinámica de fortalecimiento que se va a reconocer en los municipios y en nuestra vuelta a la Asamblea. En IU-Verdes seguimos tan vivos como siempre. Luego también pesa la espada de Damocles: Podemos, que dicen que nos absorben. Nuestra relación es fluida y la consideramos una fuerza cercana y hermana, pero eso no implica que nos vayamos a disolver en Podemos, sino que les hablamos de tú a tú y les exigiremos un reconocimiento de nuestra propia esencia. Hay cosas en común, pero tenemos un proyecto diferente.

¿En qué se diferencia IU-Verdes de Podemos?

Tenemos una trayectoria que avala nuestra existencia y nuestro trabajo político. A pesar de las crisis que hemos tenido históricamente, seguimos teniendo un bagaje importante de personas capaces de dejarse la vida. Hay un compromiso fuerte con la justicia social, de preservar los derechos de la ciudadanía. Nuestra organización es un valor fundamental, tenemos una estructura muy asentada en toda la Región. Programáticamente tenemos más coincidencias, pero nuestro eje se basa en la defensa de lo público a ultranza y en la firmeza de la radicalidad democrática.

Su partido está en plena negociación con Podemos y Equo para confluir en las elecciones. ¿En qué punto se encuentran?

Hemos tenido reuniones entre las direcciones regionales. Son negociaciones complicadas en el sentido de que hay que encajar muchas cosas; no sólo una lista regional, sino también hay que cuajar 45 candidaturas municipales. La negociación no es sólo sobre un proyecto electoral, sino también sobre un proyecto de cambio político para la Región; por tanto, se tiene que basar en un acuerdo programático. No confluimos para sacar más votos, sino para constituir un bloque más potente, que sea capaz de dar un vuelco político en la Región. Las políticas que hace el PP desde hace 24 años han llevado a la Región a la cola de todos los indicadores socioeconómicos. Hace falta un cambio, que es más potente si aunamos fuerzas. IU puede ser un elemento de cambio importante, pero no somos suficientes. Por eso hay que aunar fuerzas. Vamos a trabajar para que el acuerdo se dé. No nos vamos a levantar de la mesa ni aunque haya un desacuerdo.

¿Van a ser exigentes con la posición de las listas?

Vamos a ser exigentes con el respeto que IU-Verdes se merece. No es una cuestión de ego de partido. No estamos en 2015, no hay esa ola de Podemos que todo lo inundaba entonces; mucha gente está resituada con IU o con Equo, aunque Podemos siga siendo una fuerza importante. A la gente no le importa en qué puesto vamos, pero quiere que IU esté representada y que Equo esté representado; hay que buscar fórmulas para que estemos representados de manera satisfactoria. Seremos exigentes y también respetuosos.

¿Por qué a la izquierda le cuesta históricamente mantener un proyecto común?

Por complicado que resulte es necesario, porque el oponente no es baladí. La lucha política demuestra que hay que unir fuerzas. Por ejemplo, si en un ayuntamiento sumamos una mayoría suficiente para gobernar, permitir que lo haga la derecha, después de lo que ha demostrado cuando gobierna, es una irresponsabilidad política tremenda. Las diferencias dan muestra de una riqueza ideológica, pero a esa diversidad hay que responder con compromiso. Tenemos esa obligación. Es el reto de la izquierda: aprender a trabajar desde esa diversidad ocupando espacios de mayoría.