Aviso a navegantes. Eso es lo que hizo ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, antes de reunirse con la junta de Gobierno del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Scrats: «No podemos dar por cierto, cada vez que estemos en nivel 3 en la cabecera del Tajo, que nos van a dar los 20 hectómetros, porque lo que pretende la Ley es que no entremos en nivel 4», que impediría los trasvases al Segura.

El presidente, tras mostrarse satisfecho con el envío para septiembre del máximo de agua permitido por Ley, recordó que para el nivel 3 la reglas de explotación del Trasvase recogen una horquilla desde los 0,4 hm3 a los 20.

El presidente del organismo de cuenca, que tendió la mano a los regantes para colaborar al máximo con ellos, también se refirió a dos de los asuntos no resueltos heredados del anterior equipo: la legalización definitiva de los 180 pozos del Campo de Cartagena, y la autorización de explotación de dos pozos del Sinclinal de Calasparra de la Junta Central de Usuarios Norte de la Vega del río Segura, de cuya propiedad se duda.

En el primer caso, Urrea puntualizó que están esperando a que la Comunidad de regantes cartagenera presenten un programa de vigilancia ambiental para esa explotación (tal y como se pedía en la Declaración de Impacto Ambiental que aprobó la explotación de estos sondeos). Si no lo hacen «difícilmente podremos dar un paso adicional en la tramitación del expediente».

En el segundo caso, insistió en que sigue pendiente de conocer la titularidad de los pozos, que debe certificar la Consejería de Agricultura.

La sede de la CHS acogió la primera reunión con los directivos del Scrats, que, por su parte, reclamaron «más diálogo» al nuevo equipo directivo del organismo de cuenca. «Es algo que echamos en falta en el equipo precedente y que es fundamental para llegar a acuerdos», dijo el presidente del Scrats, Lucas Jiménez.

Los regantes lamentaron que se iban a sentar a la mesa con el nuevo equipo de gobierno de la CHS sin que se hubieran resuelto ninguno de los dos grandes problemas que sufren desde hace años (la tarifa del agua y el déficit hídrico, cada vez más acrecentado «por el buen hacer de los agricultores»).

Y en cuanto a las perspectivas del nuevo año hidrológico, que comienza el 1 de octubre, Jiménez reconoció que el punto de partida es mejor que el del año anterior.

«No crear incertidumbres»

El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Ángel del Amor, respondió a Urrea que la obligación del presidente de la CHS es «solicitar siempre el máximo caudal para la cuenca», que es deficitaria y está en sequía. «No es momento para generar incertidumbre, sino para prorrogar el decreto de sequía», apuntó y dejó claro que hay agua suficiente en la cabecera del Tajo para garantizar, «como mínimo», los envíos de 20 hm3 «durante los próximos meses», informa Efe.