La Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas de Murcia (COAG) ha alertado del riesgo de plaga de la avispilla para el cultivo del almendro, «un enemigo muy potente», por lo que resulta muy importante conocer como actúa y luchar con todos los medios disponibles, ya que, advierte, «si no se actúa contra esta nueva plaga, en menos de dos o tres campañas se podría perder más del 90 por ciento de la producción de este cultivo».

En estos momentos la plaga está mucho más expandida de lo imaginable, entrando a través de las zonas vecinas de Albacete y, en el caso de Yecla, de las zonas de Villena, y expandiéndose a una gran velocidad. Por ello, en aquellas zonas donde no está presente es importante conocer como actúa para frenar su expansión entre todos los productores, señala COAG en comunicado de prensa.

COAG ha organizado unas jornadas para el conocimiento de esta nueva amenaza a los cultivos, que se celebran en Jumilla, «con la urgencia de proporcionar el máximo conocimiento ante la reciente entrada de recolección, y para saber realizar las actuaciones a partir de los momentos oportunos».

Estas jornadas, organizadas por el Servicio de Sanidad Vegetal, Ayuntamiento de Jumilla y las organizaciones agrarias para la detección de la plaga de la avispilla del almendro ( Eurytoma amygdali) en Murcia, se celebrarán hoy en Jumilla, a las 19.00 horas, en el Salón de la Plaza de Abastos.

Desde COAG piden la colaboración «de todos los estamentos afectados, y la implicación de las administraciones para contrarrestar y erradicar esta plaga a la mayor brevedad posible».

Además, ayer se celebró a la una de la tarde una reunión de urgencia en la Consejería de Agricultura, presidida por el director general Francisco González Zapater.

La plaga llegó en 2010 a Mahora (Albacete) y en 2014 llegó a la Manchuela y en todo el entorno, y los expertos advierten que puede provocar daños hasta el 80 por ciento de los frutos.

Aunque se cosechen con vibrador, las almendras afectadas se quedan en el árbol. Se recomienda proceder a eliminar los frutos del árbol de forma manual.

El principal problema para la lucha química es que muchos de los productos fitosanitarios han sido retirados.

Ya a finales del pasado mes de julio el sindicato alertaba de la llegada de los primeros focos de la plaga en cultivos del Altiplano.

En concreto, la plaga se encontraba localizada, según detectaron los equipos de sanidad de la Consejería de Agricultura, en la zona norte, dentro del término municipal de Jumilla. La situación dio lugar a que COAG solicitase a las administraciones regional y nacional «la adopción de medidas urgentes para evitar la propagación de la plaga y que estas acciones se coordinasen entre las distintas comunidades autónomas».

«Esta coordinación, así como el necesario apoyo económico a las actuaciones que puedan ponerse en marcha y el desarrollo de los conocimientos de investigación, resulta de gran importancia para evitar que se convierta en un problema ruinoso para el sector», señalaban hace escasos días.

El responsable de COAG, Pedro García, reclamó la recuperación de «los programas sanitarios que coordinaba el Ministerio, en colaboración con otras comunidades autónomas y diversas organizaciones, a través de las agrupaciones de defensa sanitaria» y señaló que «no podemos dejar solos a los agricultores ante el riesgo de plagas y enfermedades».

Puesta de huevos en la almendra

La avispilla realiza su puesta de huevos en la almendra recién cuajada en primavera, y permanece todo el año en su interior alimentándose de la semilla. En la primavera siguiente, una vez completado su ciclo biológico, hace un agujero en la cáscara y sale al exterior, poniendo sus huevos en los nuevos frutos.

Hasta ahora, los agricultores afectados en La Mancha y otras zonas afectadas realizan sus tratamientos preventivos durante el invierno, retirando las almendras que han quedado en los árboles y quemándolas para que no quede rastro del insecto, pero esto debe ser una tarea coordinada, que tienen que realizar todos los agricultores.

«De no hacerlo así, y según las practicas que se conocen hasta ahora, no sirve de nada limpiar los almendros de avispilla porque al lado va a existir un foco sin tratar que los va a contagiar».