El suicidio se ha convertido en un problema de salud «de primera magnitud», como apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que es la primera causa de muerte a nivel mundial entre los menores de 30 años.

En 2016, que es el último año contabilizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la Región de Murcia hubo 119 personas que se quitaron la vida. En el mismo periodo, hubo 6o muertos en accidentes de tráfico.

El 112 de la Región recibe cada mes decenas de llamadas relacionadas con casos de suicidios. Tentativas, en muchas ocasiones.

La mitad de las veces a Emergencias llama un allegado del afectado, generalmente la primera persona a la que éste le ha hablado de sus intenciones de suicidarse. La otra mitad de las veces es la propia persona que manifiesta que quiere matarse la que levanta el teléfono. Lo hace, consideran los expertos, con la ilusión de que alguien le escuche y le quite la idea de la cabeza.

Esta tendencia se incrementa con el calor. No es un mito, lo dicen las estadísticas. En una semana de febrero, por ejemplo, ascienden a unas 40 las llamadas sobre gente que hablaba de suicidarse. Con el buen tiempo, este tipo de avisos se multiplica.

En el caso de la gente joven, «en verano hay más rupturas entre parejas, o amigos que se van y tú te quedas. Los adolescentes son muy vulnerables», tiene claro Fuensanta Cerezo, profesora titular de Psicología Educativa de la Universidad de Murcia.

«Cinco minutos al día para sentirse útil». Es lo que los expertos explican que necesita todo ser humano, en especial las personas que están pasando por un mal momento anímico. Y es que es precisamente el «sentimiento de soledad e inferioridad» el que acaba llevando a las personas a desear quitarse la vida.

En cuanto a los métodos, la mayor parte de los murcianos que decidieron quitarse la vida en 2016 optaron por los fármacos (un método más empleado por las féminas) o por el ahorcamiento (en el caso de los hombres). En ocasiones, hay formas de matarse que resultan verdaderamente extrañas para los forenses. Hace unas semanas, por ejemplo, una mujer era encontrada muerta con dos puñaladas en el cuello en su casa de Las Torres de Cotillas. La autopsia determinó que ella misma empuñaba el cuchillo con el que se hicieron las heridas mortales.

En abril de 2017, otra mujer era encontrada sin vida en su domicilio de Yecla, recostada tras una puerta y con una bolsa de plástico en la cabeza. Su esposo relató que estaba deprimida. El forense confirmó que se mató ella.

En cuanto a las cifras de años anteriores, en 2015 hubo 106 sucidios en Murcia, detalla el INE. La misma cifra que en 2014.

En total, en 2016 hubo 10.867 decesos en la Región, contando todas las formas de morir.