La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un Juzgado de Instrucción que condenó a una mujer al pago de una multa de 360 euros por quedarse como "okupa" de la vivienda en la que la antigua inquilina la había acogido por hacerle un favor.

El Juzgado, en la sentencia que ahora se ve ratificada por la Audiencia al desestimar el recurso que presentó la acusada, declaró probado que esta, en compañía de su hija, de 18 años de edad, y de un hijo menor de edad, se quedaron como ocupantes de la vivienda, ubicada en una playa de Murcia, de la que es propietario un vecino de Madrid.

La acusada y las otras dos personas accedieron a la casa por el favor que les hizo la inquilina de la misma, pero una vez que esta se marchó al llegar a un acuerdo con el dueño, aquellos continuaron en el lugar.

La acusada argumentó que no podían dejar el domicilio porque no tenían otro en el que residir, además de indicar que el menor se encontraba escolarizado en un centro educativo de la zona.

La sentencia, ahora confirmado por la Audiencia Provincial, condenó a la acusada al pago de una multa de 360 euros, al mismo tiempo que absolvía a su hija, "sin perjuicio de tener que abandonar el inmueble".

La Sala, al desestimar la apelación, dice que lo hace porque la mujer condenada no ha demostrado que se encuentre en un estado de necesidad, "máxime cuando no consta acreditado que haya agotado todos los medios de los que disponían para remediar dicha situación".