La Guardia Civil de Villarrobledo (Albacete) ha liderado la operación que ha desmantelado un grupo criminal acusado de 125 delitos y estafar 1,3 millones de euros a empresas españolas y de varios países europeos.

En la Operación Chickpea se ha detenido a tres personas, de 37, 40 y 67 años, acusadas de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, receptación, estafa, falsificación de documentos privados, falsificación de documentos públicos, falsificación de documentos oficiales mercantiles de la agencia tributaria holandesa, y usurpación de estado civil.

Dos de estos tres detenidos están en prisión provisional decretada por el Juzgado de Instrucción 1 de Villarrobledo, que ha centralizado las diligencias.

Según ha informado hoy la Comandancia albacetense, la operación se inició en Villarrobledo tras la denuncia de un vecino de esta población, el representante de una empresa de legumbres que hacía unos meses había realizado una importante venta de garbanzos, por valor de 42.000 euros, pero el comprador no había pagado la mercancía.

La red de estafas se extendió a Alicante, Castellón, Cuenca, Guadalajara, La Rioja, Madrid, Murcia, Sevilla, Tarragona, Teruel y Valencia y los detenidos formaban una organización "perfectamente estructurada", según la Guardia Civil.

El Equipo de Policía Judicial de Villarrobledo determinó que era una estafa "compleja" en la que una persona se dedicaba a comprar grandes cantidades de mercancías a distintas empresas que nunca abonaba y que a su vez vendía a una segunda persona.

Realizada esta venta, el adquiriente ponía la mercancía en el mercado lícito, y vendía esos productos a un precio muy inferior al del mercado y pagaba los beneficios que le correspondían al vendedor a través de diversas cuentas bancarias afincadas en varios países europeos como Rumanía, Gran Bretaña e Irlanda.

Estas cuentas bancarias, a su vez, eran gestionadas por una tercera persona, que había creado un entramado de empresas a nivel europeo a través de las cuales realizaban multitud de movimientos entre ellas para enmascarar y dificultar una posible investigación policial.

La Guardia Civil ha detallado que uno de los detenidos era el "cerebro" de la organización, el responsable de realizar las compras y crear dominios en Internet simulando ser un alto ejecutivo de dichas empresas a las cuales usurpaba la identidad.

La intervención policial, que ha contado con el apoyo entre otros de las agregadurías policiales de Portugal, Francia, Italia, Alemania, Holanda y Bélgica, ha supuesto diversos registros y análisis de documentación informática, para determinar que esta red criminal habría cometido hasta 125 hechos delictivos, entre ellos 32 estafas y 38 delitos de blanqueo de capitales.

Las cantidades estafadas superan los 1,3 millones de euros, y se ha bloqueado una cuenta bancaria en Irlanda con un fondo de dos millones de euros.