Una mujer que fue condenada al pago de una multa de 270 euros por amenazar a su excuñada con "rajarla", aseguró que lo hizo en un momento de arrebato, ya que no se pudo contener cuando la denunciante dijo que iba a revelar un episodio de abuso sexual del que había sido víctima su hija.

Según la ahora apelante, "no pudo contener la rabia que supuso el recordar a su hija un hecho tan sumamente traumático".

Así se recoge en la sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia que desestima el recurso que esta mujer presentó contra la dictada por un Juzgado de Instrucción de esta ciudad hace ahora casi un año, que la condenó como autora de un delito leve de amenazas.

El relato de hechos probados señalaba que los mismos ocurrieron el 29 de mayo de 2017, cuando, al encontrarse en la calle, la denunciante dijo a su excuñada que "cuando la pillara sola por la calle la mataba".

Ese mismo día le envió un mensaje telefónico con expresiones igualmente amenazantes, en esta ocasión, también contra su expareja, hermano de la denunciante.

En su recurso, la acusada alegó también que la familia de su excompañero sentimental no la dejaba en paz desde que decidió poner fin a la relación a raíz de la condena impuesta a aquel por malos tratos.

La Audiencia, que tiene como ponente a la magistrado Concepción Roig, dice al rechazar la apelación que los hechos quedaron suficientemente probados en el juicio.

Y reprocha a la apelante que no acudiera a la vista oral, lo que impidió que el tribunal hubiera podido escuchar su versión y someterse al principio de contradicción