Son especies extinguidas de flora y fauna en todo el medio natural español, y de ellas, cuatro han vivido en espacios de la Región de Murcia: la foca monje, el halcón borní, el torillo y el 'astragalus algenianus'.

El Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) publicó el lunes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el listado, que fue acordado en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente. El Ministerio explica que para la elaboración de este documento se ha realizado una búsqueda bibliográfica, «atendiendo a las principales fuentes de conocimiento disponibles».

En particular, se ha prestado especial atención a la información contenida en los Atlas y Libros Rojos elaborados por el Miteco durante la década de los 2000.

El Listado de especies extinguidas ha sido sometido a Dictamen del Comité Científico creado en 2011, y consultado a los miembros del Consejo Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad. En total, recoge, entre la fauna a mamíferos como el Lince europeo, Lynx Lynx; Foca monje del Mediterráneo, Monachus monachus; y Ballena franca, Eubalaena glacialis. Peces como el Esturión europeo, Acipenser sturio; y Lamprea de río, Lampetra fluviatilis.

De aves figuran el Pigargo europeo, Haliaeetus albicilla (población reproductora); Halcón borní, Falco biarmicus (población reproductora); Grévol, Bonasa bonasia; Gallo lira, Tetrao tetrix; Perdiz griega, Alectoris graeca; Torillo, Turnix sylvatica; Grulla europea, Grus grus (población reproductora); y Grulla damisela, Anthropoides virgo.

Son las plantas las especies que más han desaparecido, en concreto 19: Aeonium mascaense, Astragalus algerianus, Astragalus baionensis, Aurinia sinuata, Cicuta virosa, Draba incana, Kunkeliella psilotoclada, Lysimachia minoricensis, Nolletia chrysocontoides, Nonea calycina, Normania nava, Oenanthe aquatica, Potentilla grandiflora, Pulicaria undulata, Sagittaria sagittifolia, Silene uniflora thorei, Stratiotes aloides, Trapa natans, Verbascum faurei subespecie Commixtum.

Ha sido la foca monje del Mediterráneo la que hasta tiempos más recientes ha estado viviendo en la Región, en concreto entre Cabo Tiñoso y Cabo Cope, hasta que a mediados de los años 70 desapareció definitivamente.

«Era una especie muy perseguida en esa época, porque 'competía' con los pescadores, y también fue sometida a la caza furtiva», explica Rubén Vives, miembro de Ecologistas en Acción.

Lo 'bueno' de declarar una especie extinguida es que el siguiente paso, obligado por la legislación vigente, es poner en marcha planes de reintroducción.

De hecho, comenta Vives, el Ministerio ya está trabajando en la recuperación de la foca monje, y en principio se barajan dos espacios: las islas de Lobos, al norte de Fuenteventura (Canarias) y de La Cabrera (Baleares).

«Que vuelva a nuestras costas, como especie reproductora, va a ser bastante difícil si no imposible, dado que este animal necesita unas condiciones para vivir que no se dan actualmente», apunta el ecologista. Por ejemplo, amplias playas sin sufrir molestias y suficientes bancos de pesca para saciar su apetito (normalmente comen al día el 10% de su peso, la mitad de pulpo y el resto mayoritariamente pescado y algo de crustáceos).

Sí podría lograrse, sin embargo, que la costa del sureste peninsular se convirtiera en un corredor de conexión entre ambas poblaciones, añade el ecologista.

En cuanto al halcón borní, Vives destaca que no sería tan difícil su reintroducción, ya que sólo tendría que competir con otras especies de rapaces marinas.

Lo tendría más complicado el torillo, una ave esteparia cuyo hábitat está cada vez más reducido. Al igual que la perdiz, su presencia está muy ligada a los cultivos cerealistas y zonas arbustivas, que 'choca' con la agricultura de regadío extensiva que predomina en la Región. «Para que fuera posible su recuperación habría que eliminar antes los factores que provocaron su desaparición; y, como hemos visto con las especies que tenemos en peligro de extinción, esto no es nada fácil», concluye.