El Consejo Económico y Social (CES) de la Región de Murcia considera que sería «acertado» el incremento de los salarios «reales» en concordancia con los aumentos de productividad de la economía, «uno de los factores determinantes para la reducción de las desigualdades y la mejora de la calidad en el empleo».

Y es que el crecimiento económico acumulado en los últimos cuatro años «no ha permitido todavía recuperar el nivel de empleo, salarios, tasa de paro y condiciones laborales previas a la crisis», tal y como advierte el CES sobre la situación socioeconómica y laboral de la Región en 2017.

La institución remarca que el elevado empleo temporal que se genera, de reducida duración en gran medida, el alto nivel de trabajo a tiempo parcial aceptado únicamente por razones de necesidad, y el deterioro salarial, aún no recuperado, «ocasionan que el acceso a un puesto de trabajo sea a veces insuficiente para evitar el riesgo de pobreza pese a desempeñar una ocupación». A su juicio, «mejoraría notablemente esa situación el incremento de los salarios reales en concordancia con los aumentos de productividad de la economía, uno de los factores determinantes para la reducción de las desigualdades y la mejora de la calidad en el empleo».

Así, remarca el CES, la competitividad «no se puede sostener solo en una política salarial basada en la contención», al tiempo que señala que los trabajadores «han de ser partícipes del crecimiento económico porque, entre otras razones, si quedan al margen se compromete la sostenibilidad de la recuperación; el incremento real de los salarios es también un estímulo para la demanda interna, cuyo dinamismo impulsa a su vez el crecimiento económico y el de los ingresos tributarios». De este modo, las administraciones públicas y los agentes sociales «deben adoptar medidas concertadas» para impulsar subidas salariales que permitan recuperar la pérdida de poder adquisitivo de los últimos años.

Los acuerdos alcanzados para elevar el salario mínimo interprofesional y en el ámbito de los empleados públicos deben marcar, según el CES, la pauta para el conjunto del sector privado, «atendiendo a las circunstancias particulares de las empresas y las actividades productivas de tal forma que sean compatibles con los avances de la productividad».