Objetivo: campaña de acoso y derribo contra los especuladores. Esto es lo que de manera «tajante» tienen previsto llevar a cabo los productores de fruta de hueso, no sólo de la Región, sino también a nivel estatal, de la organización agraria UPA. La razón, los «abusivos márgenes» que aplican las grandes superficies al comprarles la producción, que pueden alcanzar hasta un 400 por cien.

«Cada vez que oigo que el precio de la fruta ha encarecido la cesta de la compra y nos echan la culpa a los agricultores, acusándonos de enriquecernos, me enfado mucho», explica Antonio Moreno, secretario de Agricultura y Agua de UPA.

«No es cierto, nos explotan tanto a nosotros como a los consumidores», añade.

Y pone un ejemplo que es de lo más habitual: a los agricultores les compran el kilo de fruta a 0,80 céntimos (los costes de producción rondan los 0,45 céntimos). Luego esa misma fruta se vende en los lineales de las grandes superficies a 2,30-2,50 euros. «Hemos llegado a ver melocotones, de calidad extra, a 4,5 euros el kilo y a nosotros no nos los pagan a más de 1,20», denuncia Moreno.

El sector ya ha comprobado algo que, pese a ser ilegal, se está produciendo en toda Europa, y es que los grandes compradores ofertan el mismo precio por kilo. «Eso es especulación a gran escala y también manipulación de la demanda para bajar los precios a los agricultores». Precios que pueden recortarse, de una semana a otra, hasta un 40% para los productores.

«Muchas veces las organizaciones de productores (OP) han intentado aguantar, negándose a vender, pero si entran al juego pequeños agentes, al final no se puede alargar el tiempo que está la fruta en la cámara», lamenta el representante de los pequeños agricultores.

Los agricultores han denunciado estas prácticas ante el Ministerio de Agricultura y ante la UE.

Moreno quiere dejar claro que aunque en España es cierto que ha bajado el consumo, no ha ocurrido lo mismo en Europa, que sigue demandando bien la fruta. «Por lo que no se entiende lo de los precios ruinosos».

Veto ruso

Esta situación «es preocupante», pues cuando hay mucho producto se vende muy barato, y cuando hay poco, también».

Los agricultores llevan cuatro años sufriendo esta situación, justo desde que comenzó el veto del Gobierno ruso a la entrada de productos hortofrutícolas de la Unión Europea a sus mercados.

«El sector no levanta cabeza, pese a las ayudas a la retirada que paga Europa para equilibrar los mercados», apunta el responsable de UPA, indicando que en España, Aragón y Cataluña han incrementado en este tiempo «mucho» su superficie de producción.

Por todo ello, los agricultores llevan desde el año pasado trabajando con el Ministerio de Agricultura para poner en marcha un plan con medidas a corto, medio y largo plazo que frenen la caída del sector de la fruta dulce.

«El Plan ya está muy avanzado y no va a notar el cambio de Gobierno», señala Moreno. Hasta ahora los agricultores no han conseguido ayudas para el arranque de arbolado, una de las medidas propuestas a corto plazo. Pero sí está ya en marcha el control estadístico a nivel estatal de la cantidad que se produce, de qué variedades y cuánto se vende. «Es una información necesaria para saber dónde estamos y para tomar decisiones para corregir fallos».

Además, y aunque hay ciertas reticencias de parte del sector, se está intentando crear una Interprofesional de fruta de hueso, una herramienta que puede frenar a los especuladores.