El comportamiento de los niveles de ozono troposférico está sometido a diversos factores, entre los que se encuentran la orografía y las condiciones climáticas. Por eso, y para poder gestionar estos niveles de una manera más efectiva, la Consejería de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente ha puesto en marcha un estudio para analizar cómo intervienen estos factores en el comportamiento del ozono en la Región.

Este estudio, que será realizado por la Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo y cuenta con financiación de los Fondos Europeos para el Desarrollo Regional (Feder), se enmarca en los objetivos de una de las principales medidas del Plan Regional de Mejora de la Calidad del Aire de la Región denominada SINQLAIR (Sistema Integrado de Calidad del Aire), una herramienta basada en un modelo de predicción y diagnóstico de la calidad del aire empleando las técnicas más avanzadas.

La investigación, en concreto, toma como base las conclusiones preliminares de un estudio nacional en el que se señala que la dinámica de contaminantes en el litoral mediterráneo español está determinada por la distribución eminentemente costera de las poblaciones y por el régimen de brisas que durante el día transporta estas emisiones hacia el interior montañoso.

La Región, no obstante, posee una serie de peculiaridades orográficas, como la casi perpendicularidad de las dos líneas de costa al este y al sur de la Región y la disposición de los valles y sistemas montañosos que se alternan siguiendo ejes suroeste-noroeste.

La influencia de esta complejidad orográfica en la dinámica de contaminantes requiere de un estudio en profundidad, para el que se hará un análisis exhaustivo de los datos meteorológicos y de calidad del aire, orientado en particular a la caracterización de los patrones de viento y de contaminantes en la Región.

Durante la investigación se realizará también una revisión de los posibles efectos del ozono sobre la vegetación en el Mediterráneo, y en particular en la zona este de la Península Ibérica. Posteriormente, y en base a los resultados de todos estos análisis, se establecerán nuevas recomendaciones para avanzar en la mejora de la vigilancia del ozono en la Región.