No es algo inusual y por eso consideran que debe parar ya. La Plataforma Ciudadana ´Salvemos el Arabí´ y su comarca ha dado la voz de alarma ante las «habituales roturaciones de terrenos cultivados en el municipio con producciones hortícolas intensivas en regadío», que, «al no tener buen precio en el mercado, no dudan en destruir en lugar de recoger». El último caso: una finca sembrada de sandías, que anteriormente ya había sido roturada con lechugas y calabacines sin precio.

La Plataforma denuncia que desde que se produjo el episodio de ´sopa verde´ en el Mar Menor, en verano de 2016, en el municipio de Yecla ha aumentado el regadío intensivo de productos como lechuga, brócoli, calabacines o sandía, en 1.500 hectáreas.

«Los nuevos productores han comprado o alquilado tierras con derecho a agua y han provocado que se duplique la explotación de los acuíferos de la zona», explican desde este colectivo, subrayando que el municipio no tiene aportes externos de agua superficiales ni del Trasvase Tajo-Segura.

«Hasta ahora, los agricultores de aquí utilizaban como mucho la mitad del agua que tenían concedida, porque eran cultivos mayoritariamente de secano, como cereales, viñedos u olivos», comentan.

El temor de la plataforma es que «al extraerse el doble de agua de la capacidad de recarga del acuífero, cuando se acabe el agua, estos empresarios se irán y nos dejarán a nosotros con el problema».

´Salvemos el Arabí´, que nació para frenar la instalación de una granja porcina junto al monte, denunció hace unos meses ante la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) una finca de unas 180 hectáreas que estaba produciendo en regadío, pero que sólo tenía concesión de agua de pozo para 20 hectáreas. «La Confederación ha comprobado que se estaba produciendo una irregularidad y le ha abierto un expediente sancionador a la empresa», lamentaron.