Dos jóvenes, concretamente dos chicas de 18 y 20 años, sufrieron ayer un golpe de calor mientras viajaban en autobús de vuelta a Murcia desde Castellón, donde habían asistido al festival Arenal Sound. Según el relato de varios testigos presenciales, el vehículo, perteneciente a la empresa Latbus y que ofrecía un servicio especial, no disponía de aire acondicionado.

Al parecer, y según relata una de las chicas que viajaba en él, el aire estaba roto antes de subirse y debían desplazarse hasta Valencia, donde les esperaba otro autobús con aire acondicionado. Sin embargo, transcurridos 20 minutos de viaje, empezaron los mareos y quejas de los chicos, que necesitaron quitarse prendas de ropa ante el calor que se acumulaba en el medio de transporte hasta que, finalmente, interpelaron al conductor para hacer una parada para comprar agua justo cuando las dos chicas, con síntomas de parálisis de manos y pies y mareos, pidieron bajarse del vehículo cuando este se encontraba en Burriana.

Tras bajarse, acudieron a la casa de uno de los vecinos de la localidad, donde les ofrecieron agua y comida. Las dos jóvenes fueron trasladadas en ambulancia al centro de salud más cercano para ser atendidos. Allí confirmaron que se trataba de dos golpes de calor, según se muestra en el parte médico al que LA OPINIÓN ha tenido acceso. Mientras las jóvenes eran atendidas, el resto tuvo que esperar durante dos horas en un centro social, donde les visitaron agentes de policía y la alcaldesa de Burriana, hasta que llegó el autobús con aire acondicionado que les esperaba en Valencia, para terminar el viaje hasta Murcia, en concreto a La Fica, donde llegaron en torno a las ocho y media de la tarde.

El autobús averiado se usó finalmente para cargar con las maletas de los jóvenes murcianos. Las dos jóvenes ya se encuentran bien, aunque débiles, y se recuperarán en sus hogares.

Latbus lo niega

Aunque los chicos confirmaron a esta Redacción la información al bajar del bus en La Fica, un portavoz de Latbus ofreció una versión totalmente diferente.

Según su relato, la joven de 19 años se habría mareado antes de subir al autobús, mientras esperaba a que el personal de la organización le diese la salida a su grupo, puesto que la estaban realizando de forma escalonada, y ya «estaba bien» y «a la espera de salir». Preguntados sobre la falta de aire acondicionado en el autobús, refieren no tener constancia de ello.