La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a un año de cárcel y una multa de 1.500 euros al encargado de una empresa de cítricos que sometió a los empleados a su cargo a condiciones «denigrantes e inhumanas».

Según la sentencia, les apagó el fuego que habían encendido para calentarse las manos en las mañanas frías y los obligó a trabajar aunque hubiera barro en los huertos o estuviera lloviendo.

En febrero de 2014 llegó a rociar con un aerosol de pimienta a cuatro trabajadores, además de decir a otros que a quien se quejara, no lo volvía a llamar.

Indica la sala, que tiene como ponente a la magistrada María Ángeles Galmés, que el acusado reconoció los hechos en el juicio.

Admitió que amenazó al dueño de la empresa cuando fue despedido por motivos disciplinarios, razón por la que es condenado también al pago de una multa de 150 euros.

Durante seis meses no podrá acercarse a menos de 200 metros del lugar donde su exjefe.

Conocido el cese, fueron varios los trabajadores que se acercaron a las oficinas de la empresa para relatar el trato sufrido y dijeron que si no lo habían hecho antes era por temor a que el acusado no los volviera a llamar y porque necesitaban de ese sueldo.

Indemnizará a las víctimas

El relato de hechos probados recoge igualmente que en varias ocasiones el denunciado anotó parte de las cajas de cítricos recolectadas por los empleados en las cuentas de sus propios familiares, como su esposa, y de otros allegados, pese a que estos no habían trabajado.

La sala lo condena finalmente a pagar 6.775 euros a nueve empleados, que se distribuirán esa cantidad a partes iguales, por el importe que debían haber cobrado por las cajas que habían recolectado y que fueron asignadas a esas otras personas