Unos mil menores de entre cuatro y 18 años diagnosticados de diabetes tipo 1 en la Región podrán usar los nuevos dispositivos de control de glucosa que la consejería de Salud está entregando, y que permiten conocer en tiempo real la evolución de esta sustancia en los niños al tiempo que evitan las punciones dactilares.

El consejero de Salud, Manuel Villegas, destacó ayer en una visita a las consultas pediátricas del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca que la «apuesta» de la cartera que dirige permitirá a estos niños y jóvenes conseguir uno de estos novedosos dispositivos financiados por la Comunidad Autónoma.

El fin de los pinchazos es la consecuencia «más llamativa» del nuevo sistema Flash, aunque no el único beneficio que trae para los más pequeños. Y es que, permitirá un mejor control de la diabetes «para que ellos mismos se conviertan en pacientes expertos en la enfermedad».

Desde el Área I de Salud están contactando con los pacientes para instruirles en el uso y funcionamiento del sistema de control. Por ello, la doctora Arantxa Escribano, quien desarrolla su labor en la sección de Endocrinología Infantil de la Arrixaca, pide a los pacientes y sus familias «paciencia», aunque asegura que en los próximos dos o tres meses todos los menores diabéticos de la Región tendrán su aparato medidor y podrán decir adiós a los pinchazos diarios.

Los niños reciben en grupos reducidos unas sesiones con un enfermero educador, con el que visualizan unos vídeos explicativos y aprenden a utilizar el sistema. Después, son citados de forma individual para entregarles su dispositivo.

«Es un cambio brutal en el control de la enfermedad», asegura Escribano, quien destaca que la información que aporta este nuevo sistema «es mucho mayor que las mediciones que había habitualmente» con los análisis de glucemia capilares, que debían efectuarse de seis o ocho veces diarias en los jóvenes pacientes. Pero era «una información puntual». Ahora, con los nuevos sensores de este innovador sistema, «podemos ver los niveles continuamente», ya que los datos pueden descargarse en el ordenador, monitorizarse y estudiar, individualmente, cuál es el perfil de glucemia las 24 horas del día «para poder mejorar el tratamiento».

El dispositivo funciona como un parche sensor de pequeño tamaño que se coloca en el brazo y puede permanecer adherido a la piel durante 14 días. El usuario solo tiene que pasar un lector electrónico sobre el sensor para poder recibir la información al instante.

Finalmente, la presidenta de la Federación Regional Murciana de Asociaciones de Diabéticos, Silvia Serrano, mostró ayer su satisfacción ya que, aunque el proyecto está ideado para implantarse por el momento en los menores de edad, ya trabajan con la consejería para ampliarlo y que estos dispositivos puedan prescribirse «a mujeres embarazas y a personas que llevan un mal control de la enfermedad».