Los cambios en los estilos de vida han producido un aumento de esta enfermedad. Según algunos estudios, la práctica de hábitos de vida saludable podría prevenir hasta el 90% de los casos de diabetes tipo 2 y disminuir las complicaciones de esta patología a través de conductas como el abandono del tabaco, la mejora de la alimentación y la actividad física.

La Consejería de Salud desarrolla actuaciones de detección precoz y ejecuta programas específicos orientados a evitar la obesidad como Activa o la Escuela de Salud. También el proyecto europeo ProEmpower, que diseña la herramienta más avanzada en Europa destinada a mejorar la calidad de vida del paciente diabético tipo 2, permite mayor nivel de independencia y control de la enfermedad a través de una aplicación móvil.

En la Región hay, según datos del SMS, unas 106.500 personas con diagnóstico de diabetes, que tiene dos variantes: la diabetes mellitus tipo 1 y la diabetes mellitus tipo 2. Así, la de tipo 1 se caracteriza porque tiene mayor incidencia entre los más jóvenes. En este tipo de diabetes, el propio sistema inmunitario produce una destrucción de las células beta del páncreas, lo que origina una deficiencia total de insulina.

La diabetes tipo 2 se desarrolla con mayor frecuencia en personas adultas y mayores. La obesidad y una vida sedentaria son algunos de los factores que pueden provocar este tipo de diabetes.