El Circulo del Agua, constituido por los regantes de la Región, Alicante y Almería, los sindicatos UGT y CC OO y las organizaciones agrarias, se reunió ayer en Murcia con el propósito de dejar patente la unidad de las tres provincias ante la próxima Comisión de Explotación del Acueducto, que debe decidir los dos últimos trasvases del año hidrológico. El presidente del Sindicato Central de Regantes (SCRATS), Lucas Jiménez, apuntó que «no hay motivos» para dudar de que serán aprobados los 20 hectómetros cúbicos previstos para agosto y otros tantos para septiembre, que correspondería desembalsar de acuerdo con el Memorándum. «No queremos ponernos la venda antes de la herida, pero estamos mirando en el botiquín», dijo el presidente del SCRATS, quien dejó claro que «los cien días de cortesía» al nuevo Gobierno han pasado.

Las organizaciones que integran el Círculo del Agua también han acordado solicitar una entrevista a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, para que aclare sus planes de futuro para el trasvase del Tajo. Su propósito es que la propia titular de Medio Ambiente explique si deben temer un nuevo recorte en los caudales del Acueducto, como el que se produjo en 2013, cuando el Memorándum elevó de 240 a 400 hectómetros cúbicos la reserva mínima de los pantanos de cabecera para poder desembalsar agua con destino al Segura.

Teresa Ribera puso en alerta a los regantes del Acueducto nada más tomar posesión al afirmar que en el futuro «los trasvases serán algo extraordinario». Aunque después matizó sus afirmaciones iniciales y añadió que la cuenca del Segura debe tender hacia «la autosuficiencia», los agricultores no pueden evitar la inquietud, después de haber permanecido once meses sin suministro del Tajo porque los embalses de Entrepeñas y Buendía no llegaban a los 400 hectómetros cúbicos.

En este momento los pantanos de cabecera cuentan con 673 hectómetros cúbicos, lo que supone que debería aprobarse un desembalse de 20 hectómetros cúbicos en los diez primeros días de agosto, siete de los cuales irían al abastecimiento. Lucas Jiménez reconocía ayer que los regantes «nos hemos adaptado con dolor, pero con lealtad» a las nuevas reglas de explotación del Tajo, pero dejaba clara «la fortaleza» y la unidad que ha concitado el Círculo del Agua, aunque no quiso adelantar qué puede ocurrir si no llegaran los 40 hectómetros cúbicos que esperan hasta septiembre. «Oráculo no soy. No me gusta ejercer de adivino», concluyó.

El diputado del Grupo Socialista de la Asamblea Jesús Navarro aseguró que el Gobierno «cumplirá escrupulosamente el Memorándum».