Los quirófanos del Hospital Morales Meseguer de Murcia vivieron el pasado viernes por la mañana una situación violenta en la que se vieron implicados el paciente que iba a ser operado, el médico que iba a realizar la intervención, varios enfermeros y el personal de seguridad del centro hospitalario. El caso se conocía ayer tras publicar el paciente en una red social su versión de lo sucedido, donde llega a asegurar haber sufrido «una paliza» a manos del personal sanitario del Hospital Morales Meseguer, concretamente aquellos que «le debían operar en el quirófano de la cuarta planta».

El paciente, que responde a las iniciales D. L. S. y es vecino de la pedanía murciana de Cabezo de Torres, ha presentado una denuncia y un parte de lesiones, en el que se refieren diversas heridas, como contusiones o erosiones. Siempre según su versión, todo comenzó cuando, ya en quirófano y tras administrarle «un orfidal bajo la lengua», se percató de que la sábana sobre la que se encontraba estaba «rota y llena de sangre» de otra persona. Al hacérselo notar al cirujano, tuvieron una pequeña discusión, y éste decidió que no le operaba.

Fue entonces cuando otros cinco sanitarios, afirma, comenzaron a golpearlo, llegando a taparle la boca para que no pudiera avisar a su pareja. Le «ataron con vendas» y le siguieron dando pisotones y puñetazos mientras seguía en el suelo, por lo que le rompieron la uña del pie, algo que se refiere en el parte de lesiones presentado junto a su demanda, a la que ha tenido acceso esta Redacción.

El paciente acompañó su publicación en la red social de fotografías que muestran, según él, la sangre y las roturas de la sábana que le dieron.

Personal de seguridad

Por su parte, fuentes de la Consejería de Salud aseguran que el paciente mantuvo una actitud violenta que no depuso hasta que llegaron agentes de la Policía Nacional al quirófano. Según la denuncia puesta por el personal sanitario afectado, el paciente entró en el quirófano para ser intervenido ese día por un asunto de dermatología cuando comenzó a mantener una actitud violenta ante el médico y los enfermeros, alegando que no se le había informado previamente de qué tipo de operación le iban a realizar ni qué anestesia le iban a suministrar.

Tanto el personal sanitario como Salud aseguran en todo momento que antes de entrar a quirófano el paciente fue informado con detalle de en qué iba a consistir su operación y qué anestesia le colocarían, así como que el hombre llegó a firmar un papel de consentimiento. Añaden dichas fuentes que el paciente se quejó del estado de las sábanas, pero subrayan que es imposible que hubiera roturas o manchas de sangre en la manta.

Es en este momento cuando el paciente comienza a insultar al personal médico y a romper las sábanas de la camilla. En la denuncia puesta por los sanitarios, señalan el «comportamiento agresivo y la actitud hostil en todo momento». Esta situación se alterna entre gritos y momentos de calma del paciente, pero ante la actitud el médico y el anestesista deciden suspender la operación y piden al paciente que salga de la sala de quirófano, «algo a lo que este se niega». Los sanitarios llamaron en ese momento al personal de seguridad, que presencian cómo el paciente salta de la camilla de operaciones a la cama y amenaza con ahogar al personal con unas sábanas. En ese momento se cae al suelo, según la denuncia, y el personal de seguridad consigue reducirle poniéndole unas esposas. En el forcejeo la vía que tenía puesta el paciente se rompe.

Amenazas de muerte y palizas

La denuncia interpuesta asegura que, antes de entrar la Policía Nacional en el quirófano, el paciente amenazó con bajar a su vehículo y coger una pistola, a lo que añadió que «así se resuelven las cosas». La denuncia señala también que este hombre llegó a causar lesiones a uno de los enfermeros.

A lo largo de este fin de semana el personal del Hospital Morales Meseguer ha compartido por varios grupos de WhatsApp las amenazas que también han proferido amigos y familiares del paciente denunciado y denunciante en la red social donde realizó la publicación. Fuentes de Salud aseguran que este paciente ya mostró una actitud violenta durante el parto de su hijo en el Hospital Virgen de la Arrixaca, por lo que es «reincidente».