Un yate de 20 metros de eslora fue interceptado por el Servicio de Vigilancia Aduanera el pasado mes de junio con más de 10 toneladas de resina de hachís distribuida en 280 fardos, cuyo valor en el mercado negro hubiera alcanzado los 12,5 millones de euros. Fueron detenidas dos que navegaban a 22 millas al sureste de Cartagena.

Pero la historia de este yate venía de antes, cuando días antes fue retenido por no llevar documentación sus tripulantes, dos personas de origen ruso y otra americana con nacionalidad española. Fue retenido en el puerto de Cartagena y se le impuso una multa de 20.000 euros. Días más tarde se escapó, según fuentes cercanas al caso, y acabó siendo abordado de nuevo con el hachís a bordo.