La plaga de la avispilla ha llegado a los cultivos de almendro de la Región de Murcia, según han detectado los equipos de sanidad de la Consejería de Agricultura. En concreto, la plaga se encuentra localizada en la zona norte, dentro del término municipal de Jumilla, según informan desde la organización agraria COAG. Esta situación ha dado lugar a que COAG solicite a las administraciones regional y nacional «la adopción de medidas urgentes para evitar la propagación de la plaga y que estas acciones se coordinen entre las distintas comunidades autónomas». «Esta coordinación, así como el necesario apoyo económico a las actuaciones que puedan ponerse en marcha y el desarrollo de los conocimientos de investigación, resulta de gran importancia para evitar que se convierta en un problema ruinoso para el sector», señalan.

El responsable de COAG, Pedro García, reclama la recuperación de «los programas sanitarios que coordinaba el Ministerio, en colaboración con otras comunidades autónomas y diversas organizaciones, a través de las agrupaciones de defensa sanitaria» y señala que «no podemos dejar solos a los agricultores ante el riesgo de plagas y enfermedades».

La avispilla realiza su puesta de huevos en la almendra recién cuajada en primavera, y permanece todo el año en su interior alimentándose de la semilla. En la primavera siguiente, una vez completado su ciclo biológico, hace un agujero en la cáscara y sale al exterior, poniendo sus huevos en los nuevos frutos.

Hasta ahora, los agricultores afectados en La Mancha y otras zonas afectadas realizan sus tratamientos preventivos durante el invierno, retirando las almendras que han quedado en los árboles y quemándolas para que no quede rastro del insecto, pero esto debe ser una tarea coordinada, que tienen que realizar todos los agricultores. «De no hacerlo así, y según las practicas que se conocen hasta ahora, no sirve de nada limpiar los almendros de avispilla porque al lado va a existir un foco sin tratar que los va a contagiar».

La avispilla del almendro o (Eurytoma) (amygdali)(Enderlein), a pesar de ser una de las plagas más peligrosas, sigue siendo desconocida por la mayoría de los agricultores. La primera vez que se tuvo conocimiento de esta plaga en Castilla la Mancha por parte de los Servicios Periféricos de la Consejería de Agricultura en Albacete, fue en julio de 2010, en el municipio de Mahora, explica García.

Esta plaga puede llegar a provocar daños en el 35 - 79% de los frutos, ocasionando pérdidas de cosecha de hasta un 90% en las variedades de almendro más tardías. En principio las variedades más sensibles son aquellas en las que coincide la salida de adultos con los frutos recién cuajados, que suelen ser las variedades de floración tardías. «Nos preocupa mucho el gran daño que puede hacer en las parcelas de agricultura ecológica, que en nuestra Región suponen más del 40% de la superficie, unas 30.000 ha, dado que no tienen productos fitosanitarios con los que se pueda actuar en el corto periodo de vuelo de adultos» señala García.