La Región de Murcia lo tiene claro: la agricultura ecológica ha sido una moda que ha terminado por convertirse en tendencia. Así lo refrendan los datos registrados en los últimos informes sobre producción ecológica en España publicados por el Ministerio de Agricultura, en especial el del pasado año, que eleva a la Comunidad como la tercera provincia del país con más cultivos agrícolas de procedencia ecológica. El número de operadores y hectáreas de terreno dedicados a este tipo de cultivos continúa creciendo en los terrenos murcianos. Una progresión anual desde el año 2007 instaura un crecimiento del 5,4% cada año y durante la última década en Murcia en este tipo de cultivos 'eco', una corriente impulsada por el número de operadores actual -3.285- y que queda reflejada en el volumen de terreno que acumulan sus plantaciones: más de 80.000 hectáreas de terreno de la Región se destinan a la agricultura ecológica.

Una realidad que parecía impensable hace diez años, cuando solo unas 25.000 hectáreas de los campos murcianos se explotaban en base a los criterios 'eco' y menos de mil operadores (919), en su mayoría productores, apostaban su futuro a lo que muchos consideraban una moda. Diez años después, la Región se sitúa como la cuarta comunidad autónoma del país en número de operadores, representando el 7,5% del total (43.984), y tan solo por detrás de Andalucía, Castilla La Mancha y Cataluña en esta categoría, con extensiones de terreno muy superiores a las de la Región de Murcia y con una cultura ecológica implantada muchos años atrás. De ese número de operadores murcianos, el 90% son productores agrícolas, mientras que el porcentaje restante reúne a elaboradores y transformadores del género, y comercializadores mayoristas.

En lo referente a los cultivos ecológicos que se explotan, los de frutos secos y bayas, el cereal y la vid destinada a la producción de vino son las producciones que más hectáreas de terreno ocupan en los campos de la Región. Unas 30.500 hectáreas se destinan a frutas, bayas y frutos secos, convirtiéndose en las explotaciones ecológicas más numerosas, y de las cuales más de 29.000 están dedicadas al almendro. El segundo cultivo más numeroso es el del cereal ecológico, el cual abarca poco más de 14.000 hectáreas, y el siguiente en extensión es el viñedo destinado a la producción vinícola, con unas 12.000.

Este 'boom' ecológico se desmarca por completo de abonos químicos y pesticidas, así como de componentes que incluyan fósforo o nitrógeno, y practican técnicas que se utilizan para reducir el uso de insecticidas. Entre esos métodos se incluye una muy sencilla, como es rodear los productos sembrados por matorrales que actúan como muralla defensiva natural ante el ataque de insectos: se comen ese matorral previo, y nunca alcanzan al cultivo ecológico.

Alrededor de 80.000 millones de euros es el volumen de negocio de esta industria 'eco' en todo el mundo, de los que unos 1.800 millones se originan en España. Cabe destacar que nuestro país es, junto con Italia, el que más superficie destina a agricultura ecológica. España es el octavo país en consumo de productos ecológicos, muy lejos del que practican otros como Alemania, Francia y Reino Unido. En todo caso, los cuatro países de la Unión Europea que más superficie emplean para cultivo ecológico son España (16,9%), Italia (15,1%), Francia (12,9%) y Alemania (9,5%), por lo que, de forma global, más de la mitad de los cultivos ecológicos europeos son abarcados por estos cuatro países.

En resumen, las exportaciones ecoagrícolas españolas se fundamentan en cuatro pilares básicos: hortalizas, vinos, aceites y frutas. Estas cuatro familias de alimentos concentran alrededor del 72% de los productos españoles exportados. Las exportaciones se dirigen, mayoritariamente, a países de la Unión Europea como Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Suecia y Holanda.

El agua, un bien controlado

Según el Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia, el uso del agua, un bien escaso en los campos de la provincia, está totalmente controlado y se ve favorecido por los cultivos de tipo ecológico. La agricultura ecológica implica un compromiso por parte del agricultor y del ganadero de cuidar las tierras, las zonas arboladas y el agua. Además, como la agricultura ecológica rehuye de agroquímicos y fertilizantes vía riego, se evita que se genere una mayor contaminación de las capas subterráneas de agua, que son la fuente primaria de agua potable para la población rural y urbana. En multitud de cultivos de la Región destaca el uso del sistema de riego localizado asociado a tecnologías que miden la humedad del suelo para así poder saber cuánto y cuándo regar, según las necesidades del cultivo.