Medio centenar de niños y adolescentes de diferentes edades han disfrutado estas vacaciones de diversas actividades dentro de la Escuela de Verano que ha organizado la Fundación Trinitario Casanova para potenciar la creatividad y ampliar capacidades de los menores a partir de ejercicios prácticos como crear una cometa o programar un robot que desarrolla en secuencia diferentes funciones.
Entre los participantes de esta iniciativa de ocio y tiempo libre ha destacado un grupo de adolescentes en acogida de la Asociación Nuevo Futuro cuya tutela corresponde en la actualidad a la Comunidad Autónoma de Murcia. Son chavales de entre 13 y 16 años aficionados a la pintura o amantes de las nuevas tecnologías que durante dos semanas han conocido de cerca las diferentes fases del proceso artesanal de elaboración de cerámica.
Las creaciones que han surgido a partir del modelado con arcilla han sido de formas y aspectos muy variados a partir de objetos como piezas de ajedrez, huchas, flores de loto, animales o ceniceros. Los artistas que han impartido este taller son Diego Lizán y María Moya, del Colectivo Muñeco de Barro, que serán los encargados de cocer en un horno industrial estos bocetos cerámicos a más de 900 grados.
Además, los chicos y chicas de Nuevo Futuro se han adentrado en el mundo de la aerodinámica gracias al taller Al Vuelo, donde han aprendido a confeccionar y volar cometas, aviones y molinillos completamente de forma artesanal. Los educadores del colectivo Con Viento a Favor además han enseñado a los menores a elaborar barbacanas y a pilotar y volar drones a baja altura en el interior de la propia Fundación Trinitario Casanova.
La primera edición de esta Escuela de Verano se ha completado con la iniciativa Poliestireno, Papel, Tijera que ha impartido el artista Rafael Fuster. En este taller de duración semanal los menores han recreado a partir de placas de corcho en formato doméstico animales como elefantes, perros o gatos pero sin olvidar a los míticos dinosaurios del mundo jurásico.
En el taller denominado Androides celebrado esta última semana han participado un total de doce niños aficionados a la creación de videojuegos con herramientas como Micro:bit, o Scratch, además de la programación de robots como Dash, un curioso dispositivo móvil dirigido desde una tablet que responde a diferentes acciones como saltar, bailar, despedir destellos o emitir sonidos de animales o de vehículos de emergencia según los bloques de programación seleccionados por los participantes.
Durante el taller, los alumnos han tenido la oportunidad de construir drones que después han puesto en funcionamiento y han aprendido de los educadores de la Asociación Ed Robotic Games a diseñar e imprimir sus propias figuras en 3D.