Tras la última polvareda levantada por el Gobierno de Castilla-La Mancha, que defiende que no se destine «ni una sola gota para el regadío en el Levante» en relación al trasvase Tajo-Segura, Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, ha lanzado un mensaje de tranquilidad acerca de la continuidad del trasvase. «No hay razones para pensar que no haya un trasvase en agosto. Estamos en nivel 2, con agua suficiente para garantizar todos los usos de los embalses, tanto los propios de la cuenca como los propios de abastecimiento».

Y es que, en la actualidad, la disponibilidad de agua en los embalses de Entrepeñas y Buendía está en el nivel 2, que permitió hace unos días un trasvase de 38 hectómetros. Mientras sigamos en el nivel 2 la propia normativa permite el trasvase, recuerdan desde el sector.

El representante de los regantes recuerda el papel que juega el trasvase a la hora de «atemperar» el precio del agua y muestra su rechazo a depender del agua desalada como alternativa a la del trasvase. «Por un lado no se han generado infraestructuras para que ese agua se pueda distribuir a lo largo del regadío y por otro se verían incrementados los recibos en hogares, comercios y regadíos».

Según los últimos datos, los pantanos de la cuenca del Segura han perdido 1,8 puntos de agua embalsada en la última semana, y se quedan 40,6 puntos por debajo de la media española, mientras que los del Júcar han disminuido sus reservas en 0,9 puntos y están a 35,1 puntos de la media.

La cuenca del Júcar es la única de España que tiene una situación peor que la del año pasado, con un retroceso de 15 hectómetros cúbicos, y las del Segura (27,6 %) y del Júcar (33,1 %) son las únicas cuencas de España que están por debajo del 50% de su capacidad. La cuenca del Tajo está al 68,1% de su capacidad. El agua almacenada en los embalses peninsulares ha bajado por cuarta semana consecutiva a pesar de las últimas lluvias.