Los economistas apuestan «por afrontar los retos de futuro del sistema de pensiones» con medidas destinadas a mejorar el mercado de trabajo, en lugar de introducir nuevas fórmulas de financiación, como la creación de impuestos que propone el Gobierno.

El aumento de la esperanza de vida (60,7%), junto con la baja natalidad (60,1%) y las reducidas tasas de ocupación y el elevado desempleo (56,2%) son considerados por los economistas murcianos los mayores inconvenientes para el sostenimiento del sistema público de pensiones, según recoge el Barómetro presentado ayer.

La encuesta semestral, que cumple doce años y ha alcanzado su edición número 24, dedica un apartado especial al debate sobre los factores que determinan la viabilidad del sistema, que los profesionales vinculan sobre todo a «factores demográficos» y a la mejora del empleo. De cara al sostenimiento del sistema, las medidas que encuentran mayor aceptación entre los economistas murcianos son «los incentivos a la prolongación de la vida laboral» y las actuaciones destinadas a aumentar la población activa, mientras que «no tiene tanta aceptación el retraso de la edad de jubilación ni el cambio de criterio en la actualización de las pensiones». Tampoco la financiación de las pensiones mediante la introducción de un sistema mixto público-privado es considerada una alternativaa importante.