La recuperación agranda la brecha entre las familias y las empresas. El último Barómetro del Colegio de Economistas detecta un leve empeoramiento de la situación financiera de los hogares, que se atribuye en gran parte a la evolución de los salarios. La encuesta presentada ayer, que fue elaborada entre los meses de mayo y junio, coincidiendo con el debate de la moción de censura, refleja la incertidumbre que el vuelco político ha generado, lo que se traduce «en un optimismo más moderado», aunque el escenario es favorable.

El decano del Colegio de Economistas, Ramón Madrid, presentó ayer las conclusiones del último número del Barómetro junto al director del Servicio de Estudios del Colegio, Patricio Rosas, y el director del Barómetro, José Carlos Sánchez de la Vega, quien definió el momento actual como «una situación de cautela». Uno de los síntomas del impacto que ha tenido la moción de censura es el enfriamiento del consumo, «que prevé un comportamiento menos optimista al estimado en el semestre anterior». Así, la proporción de encuestados que augura una caída en la compra de casas prácticamente se ha duplicado, al subir del 7,6% al 13,8%.

Respecto al consumo de las familias, el 62,2% de los economistas encuestados prevé que se mantendrá estable los próximos seis meses, mientras que un 30,8% augura que aumentará y un 7% cree que disminuirá. A la hora de poner nota a la situación financiera de los familias, los encuestados atribuyen un 2,76 sobre un máximo de 5 a los hogares, mientras que dan un 3,11 a las empresas. La encuesta revela un ligero «empeoramiento» en la situación de las economías domésticas, que se atribuye a la evolución de los salarios, dado que el empleo muestra claros síntomas de mejora. Sánchez de la Vega reconoce que «las familias no están aprovechando la recuperación tanto como las empresas».

A pesar del impacto que el cambio de Gobierno ha tenido sobre la percepción de los economistas y sobre sus expectativas para los próximos meses, en relación a la anterior edición del Barómetro, que se realizó entre las últimas semanas de 2017, «se reduce en cuatro puntos el porcentaje de los colegiados que declara haber empeorado en el último año, mientras que la proporción de los que declaran haber mejorado aumenta 1,4 puntos».