Lo que se ha considerado como uno de los problemas más graves de los últimos años para parte de las cosechas de la Región de Murcia podría llegar a su fin en los próximos días. La desaladora de Águilas-Guadalentín, que sufría una rotura en el colector principal el pasado 27 de junio, vuelve a funcionar tras efectuarse las primeras reparaciones en la instalación dañada. Eso sí, lo hace, por el momento, a un 50% de sus prestaciones tras sustituir seis de los once bastidores que la planta necesita para su correcto desenvolvimiento. Tanto la Comunidad de Regantes de la zona como la Consejería de Agricultura de la Región, la cual representa Miguel Ángel del Amor, han trabajado de la mano durante estas semanas para tratar de paliar al mínimo los posibles daños que puedan generarse en las cosechas durante este periodo.

Pese a que en un principio se consideró que en apenas diez días la desaladora volvería a su correcto funcionamiento, la realidad es que veinte días después el problema aún no se ha solucionado en su totalidad. Las estimaciones actuales, según afirman a esta redacción fuentes de la Comunidad de Regantes de la zona, es que la desaladora volverá a su pleno rendimiento a finales de la semana.

Por otro lado, según comentó el propio consejero Miguel Ángel del Amor a LA OPINIÓN, la situación podría tornarse como «límite» si la desaladora no funciona a su máximo rendimiento próximamente: «Si esta situación, con la desaladora al 50%, se mantiene durante más tiempo, no habrá agua para todos. Todo depende del tiempo que nos digan, pero es ahora cuando los regantes demandan el agua. Ahora es la cosecha de sandías la que demanda el agua, luego será el arbolado... Una cosa es mantener el cultivo, y otra es que sea rentable».

Precisamente, el consejero aclaró que, de momento, los agricultores «aún no nos han transmitido nada sobre posibles pérdidas, aunque la Comunidad de Regantes nos informó de que algunos querían empezar a peritar los daños ante esas posibles pérdidas». Del Amor no cree «que pierdan la totalidad de la cosecha, pero se producen quemaduras en las plantas y en los frutos que provocan que sean de segunda, y que merme la calidad de la fruta».

La rotura del colector principal propició que la citada desaladora dejara sin agua a miles de hectáreas de terreno de Lorca, Puerto Lumbreras, Águilas y Pulpí. Los regantes, tras el incidente, pusieron el grito en el cielo ante las consecuencias negativas que traería consigo la falta de agua en plena campaña de verano, pero la movilización de los propios agricultores y la rápida intervención de las distintas administraciones han permitido reducir considerablemente las pérdidas estimadas, tal y como aseguró el consejero Del Amor.

Los regantes lorquinos tienen contratados 23 hm3 de agua anuales procedentes de la citada planta. Además, Águilas, con 15, y Pulpí y Puerto Lumbreras, con otros 5 hm3 contratados, son los principales municipios afectados por esta rotura. El agua, no obstante, tardará algunas semanas más en abastecer los terrenos de Totana.