El presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, escenificaba ayer el enfrentamiento con el Gobierno central que ha provocado el aplazamiento de la llegada del AVE a Murcia. El jefe del Ejecutivo murciano subía el tono de sus críticas y tachaba de «atraco» la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de impedir que la Alta Velocidad llegue a la capital de la Región hasta que la línea esté soterrada, lo que considera «un ultraje».

El delegado del Gobierno, Diego Conesa, anunció el pasado viernes que el AVE no llegará a la Región hasta el segundo semestre de 2020, una vez que terminen las obras de soterramiento, aunque en la primavera de 2019 está previsto que entre en servicio un tren híbrido que permitirá hacer el trayecto entre Murcia y Madrid en tres horas a través de la variante de Camarillas, lo que supone media hora más que en el AVE. Desde Cartagena el viaje duraría tres horas y media.

El presidente regional ha organizado un acto en el Auditorio Víctor Villegas para mañana a las 19.00 horas, al que están convocados los representantes de las organizaciones patronales, colegios profesionales y otras asociaciones de la Región. López Miras aludía ayer a un estudio que cifra en unos 300 millones de euros al año los ingresos que aportaría la llegada del AVE a Murcia, al sumar 180.000 nuevos visitantes, a los que el presidente dice que no está dispuesto a renunciar.

«El Gobierno socialista de Pedro Sánchez ha sobrepasado una línea, han llegado al límite, y la sociedad murciana no está dispuesta a aguantar más ni a ser mangoneada de esta manera», aseguraba el jefe del Ejecutivo murciano. Recordaba que el viernes pidió una reunión urgente a Sánchez «para decirle que basta ya de este maltrato a la Región. No voy a permitir que trate a los murcianos como españoles de segunda», aseguraba López Miras.

El delegado del Gobierno mostró su «respeto» al acto de mañana y dijo que los gobiernos «están para generar confianza y no crispación». Diego Conesa recordó al Ejecutivo regional que el mandato de la Asamblea Regional es que «la catenaria debe ir soterrada». Pidió «serenidad» y dijo que «hay que escuchar a la ciudadanía, pero también hay que escuchar los mandatos de la Asamblea y de los ayuntamientos de Murcia y de Cartagena. Que no se nos olvide que estamos en un sistema democrático». Conesa pidió respeto también a «la dignidad de las personas que han luchado durante tantos años» y dijo que la solución que ofrece como alternativa al AVE debía haber llegado «hace muchos años».

Por su parte, la consejera de Transparencia, Participación y Portavoz y candidata del PP a la Alcaldía de Cartagena en 2019, Noelia Arroyo, lamentó este lunes que el retraso de la llegada de la alta velocidad a Murcia no sólo va a afectar a esa ciudad, sino que también repercutirá en Cartagena.

El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea Regional, Joaquín López, ofreció una rueda de prensa en la que mostró una fotografía de la manifestación a favor del soterramiento y contra la llegada del AVE en superficie celebrada en Murcia, en la que aparecen el alcalde, José Ballesta, que entonces era miembro del Gobierno regional, y la portavoz del PP murciano, Nuria Fuentes (concejal de Murcia en aquel momento).

Víctor Martínez, portavoz. del Grupo Popular le contestó que el PSOE condena a los habitantes de la Región a seguir «otros tres años como mínimo» cogiendo el AVE en Alicante o en Albacete, cuando «las vías a día de hoy están ya en la ciudad de Murcia. El PSOE nos condena a ser la última región de España con alta velocidad», añadió.

Las obras de nunca acabar

El Gobierno del PP ha tratado en todo momento de sortear el rechazo de los vecinos y de los grupos de la oposición del Ayuntamiento de Murcia a la línea de Alta Velocidad en superficie con el argumento de que es posible compatibilizar la circulación del AVE por una vía provisional con las obras de soterramiento. A finales del pasado año Adif mostró las máquinas que trabajan en la construcción de los muros laterales que servirán de soporte al futuro túnel de la estación murciana, pero lo cierto es que hasta ahora las únicas obras visibles han sido las de la vía provisional, que discurre paralela a la calle Industria, y las de la antigua estación, que lleva años fuera de uso. El soterramiento sigue siendo la obra de nunca acabar.