El Servicio Murciano de Salud tendrá que indemnizar con 595.325,32 euros a una paciente que perdió la función renal durante el parto de su segundo hijo en la Arrixaca por mala praxis, según ha explicado la Asociación del Defensor del Paciente.

T.U.P., de 37 años y residente en Murcia, fue sometida a una cesárea en la Arrixaca en el parto de su segundo hijo, de la que fue dada de alta cuatro días más tarde sin incidencias. Sin embargo, diez días después sufrió una hemorragia vaginal grave e ingresó en urgencias del Hospital Virgen de la Arrixaca, donde se le practicó un legrado y, ante la persistencia del sangrado, taponamiento intrauterino.

Según explica el Defensor del Paciente, debido a que la paciente no dejaba de sangrar, se le practicó una embolización urgente, cuando ya le fallaban los riñones, y tuvo que ser hemodializada, proceso al que se tiene que someter desde entonces. Los especialistas en reanimación le indicaron a los ginecólogos que se le debían extraer los coágulos del útero porque estaban provocando más consumo de factores de coagulación, a pesar de lo cual estos decidieron esperar.

A partir de ese momento, el estado de la mujer fue cada vez más grave y a este se le sumó una sepsis generalizada. Según indica el Defensor del Paciente, se supo que el foco estaba en el útero, pero no se le practicó una histerectomía hasta dos días más tarde.

Tras 18 días en REA y un mes en planta fue dada de alta hospitalaria el 9 de octubre de 2012 con tratamiento de diálisis crónico por fracaso renal agudo. Por estos hechos a la paciente se le reconoció la incapacidad laboral absoluta y un 66% de minusvalía.

Por ello se interpuso una demanda civil contra la aseguradora del SMS alegando varios actos médicos contrarios a la lex artis, entre ellos y como principal que transcurrieron 48 horas desde la embolización hasta que se la histerectomizó, cuando el foco de sangrado estaba en el útero y ya desde aquella sufría anuria, anemia y luego sepsis, siendo injustificable una actitud expectante durante dos días que estuvo a punto de costarle la vida a la paciente, pero lo que no evitó fue la pérdida de la función renal.