Levantar la persiana de los hospitales, colegios y centros de atención a personas dependientes, entre otros servicios públicos, se lleva prácticamente el 80% del presupuesto de la Comunidad Autónoma, que este año asciende a unos 4.500 millones. Los ingresos que la Administración regional recibe del Estado no dan para cubrir íntegramente el coste de estos servicios públicos, por lo que cada año se produce un desfase que alimenta una deuda galopante. En las épocas de crecimiento económico los impuestos recaudados por la Comunidad, especialmente los ligados a la compraventa de viviendas, compensaban este desequilibrio, pero a partir de 2008 el desfase dio lugar a un agujero, que ha terminado elevando la deuda regional a 9.000 millones, lo que supone que cada murciano debería más de 6.100 euros si se repartiera entre la población. De estos 9.000 millones que debe la Comunidad, casi 7.000 se deben a la infrafinanciación.